Este artículo se publicó hace 15 años.
Testimonio callado de un pasado de fuego y mares de lava
Un viaje por los volcanes de La Garrotxa, un singular y verde paisaje en torno a Olot.
Hace miles de años las tierras de La Garrotxa eran fuego y mares de lava ardiendo. Hoy el color rojo de entonces ha sido reemplazado por el verde de un paisaje de formas suaves que esconde el mejor conjunto volcánico de la Península y uno de los más sobresalientes del continente. No es extraño que pintores y poetas se hayan inspirado con profusión en este singular y bello escenario que reúne una treintena de conos, coladas de lavas y columnas basálticas junto a los que el hombre convive armónicamente y que, aunque inactivos desde hace miles años, no se consideran extinguidos. Son testimonio callado del pasado.
Desde Girona, y atravesando la bella localidad de Besalú, donde es obligatorio hacer parada en su barrio judío y retratarse en su puente de postal, hay que desviarse por la N-260 para alcanzar Olot, la capital de La Garrotxa, primera parada de este viaje por tierras gerundenses. Organizada en cuadrícula alrededor de su plaza Mayor, esconde sobresalientes edificios, como la iglesia de Sant Esteve, la casa modernista Solà-Morales, y, sobre todo, el Museu dels Volcans, visita indispensable antes de adentrarse en el Parque Natural. Sin dejar Olot puede ascenderse en un tranquilo paseo al volcán Montsacopa, en cuya cumbre se halla la iglesia de Sant Francesc, desde la que se disfruta de una excelente vista de la ciudad y la zona volcánica que la envuelve.
en Olot,
es una parada imprescindible antes de adentrarse en el Parque Natural
En el contrastado paisaje de suaves valles cultivados y frondosos bosques se distinguen cercas y cabañas construidas con bloques de lava, que aportan un singular colorido de tonos rojos, negros y azulados, pero también dos lugares de interés: Castellfollit de la Roca, situado en un extraordinario espigón basáltico sobre el que se sitúan armónicamente la vieja iglesia y el pintoresco conjunto de casas, y Sant Joan de les Fonts, con sus peculiares coladas y el monasterio románico de Sant Esteve.
Hay multitud de excursiones para descubrir el parque natural, algunas en carruaje, en tren o incluso en globo, pero una de las más recomendables es un itinerario circular que lleva a tres de los lugares más conocidos y atractivos: la Fageda d'en Jordà y los volcanes de Santa Margarida y Croscat. Se puede iniciar en el área de Santa Margarida, pero más acertado es partir del área de Can Serra. El sendero se adentra en la Fageda d´en Jordà, uno de los hayedos más grandes de Europa y cuyo valor radica en que crece a muy baja altitud sobre la colada del volcán Croscat. El camino que conduce hacia el volcán de Santa Margarida va a desembocar en el mismo borde del cráter, en cuyo fondo se encuentra la ermita de Santa Margarida.
El Croscat es el más joven de la zona y muestra el espectacular tajo de donde se extraían materiales volcánicos en tiempos pasados. Todavía conserva su apuntada figura cubierta por una densa vegetación y su cráter en forma de herradura, mientras su profunda incisión permanece como un didáctico museo de gran interés científico.
A sólo un paso queda Cercano el bellísimo pueblo medieval de Santa Pau, en tiempos protegido por su castillo y cuyas intrincadas callejas empedradas confluyen en la espléndida plaza porticada.
Más información
Información turística de La Garrotxa. Tel. 902 11 93 37. www.turismegarrotxa.com.
Además de las oficinas de turismo situadas en numerosas localidades de la comarca, como Olot y Santa Pau, también existe un Centro de Información del Parque Natural llamado ‘Can Serra' y localizado en Santa Pau (Tel. 972 19 50 74, www.parcsdecatalunya.net) donde se puede recibir información sobre las distintas formas de recorrer el Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa.
En www.itinerannia.net se ofrece información sobre la amplia red de senderos señalizados (2.500 kilómetros) que discurre por la zona.
Museo de los Volcanes de Olot. Tel. 972 26 67 62. www.olot.org/cultura.
Dónde comer
En Santa Pau, Cal Sastre es una antigua sastrería familiar convertida hoy en un hotelito adosado a la muralla que incluye restaurante. En Olot, dos lugares de referencia: Riu Olot, situado en un bello paraje, y Perla d´Olot, un clásico hotel familiar con estancias acogedoras que incluye un restaurante con cocina tradicional y de mercado.
Dónde dormir
En Olot, Les Cols es una referencia de nivel; ocupa una antigua masía centenaria donde se ofrecen recetas tradicionales puestas al día con habilidad. También aquí se puede disfrutar de un conjunto de habitaciones de singular diseño. En Vall de Bianya Ca l'Enric, una perfecta conjunción entre tradición y modernidad, y Sant Salvador (Tel. 972 19 51 54), cocina creativa con productos de la zona.
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