Este artículo se publicó hace 15 años.
El Thyssen reitera que no tiene fundamento la reclamación de una de sus obras
La Fundación Colección Thyssen-Bornemisza ha reiterado hoy que "carece de todo fundamento" la reclamación de un ciudadano estadounidense que exige que el Museo Thyssen de Madrid le devuelva un cuadro de Camille Pissarro que, según sostiene, los nazis le robaron a su abuela en 1939.
La citada fundación, que gestiona el museo madrileño, ha explicado que no ha tenido comunicación de la resolución judicial adoptada el pasado martes en Los Ángeles que autoriza a Claude Cassirer, de 88 años, a continuar su batalla legal contra el Estado español y el Museo Thyssen.
La fundación señala en un comunicado remitido a Efe que "de ser ciertas las informaciones publicadas" sobre este asunto, la resolución judicial "se limitaría a resolver la cuestión procesal, pero no tendría ninguna consecuencia en cuanto al fondo del asunto" y añade que "la propia resolución es además susceptible de recurso".
"En relación con el fondo del asunto, la Fundación reitera que la reclamación del Sr. Cassirer carece de todo fundamento", añade el comunicado.
La fundación subraya que adquirió "válidamente" en 1993 el cuadro en cuestión -"Rue de Saint Honoré aprés-midi. Effet de Pluie" (Calle de Saint Honoré por la tarde. Efecto de lluvia), pintado por Pissarro en 1897-, junto con el resto de la Colección Thyssen-Bornemisza.
El comunicado destaca que la fundación "ha poseído pacíficamente el cuadro de forma ininterrumpida desde su adquisición", y lo ha exhibido al público permanentemente en sus instalaciones, "por lo que no puede cuestionarse su condición de propietaria".
Según la decisión tomada por el Noveno Circuito de Apelaciones de Los Ángeles, ahora debe ser la corte federal del distrito de Los Ángeles la que determine si Claude Cassirer ha agotado todas sus opciones legales fuera de los tribunales estadounidenses.
El cuadro, valorado en unos 13,7 millones de euros, pertenecía, según señala la demanda, a la abuela de Cassirer, Lilly Cassirer Neubauer, una mujer judía que logró huir de la Alemania nazi.
Según relata el escrito judicial, en su intento por obtener el visado para salir del país, Lilly Cassirer "fue forzada a entregar el Pisarro a un perito oficial designado por los nazis".
Tras la guerra, Lilly Cassirer reclamó judicialmente la obra y en 1958 el Gobierno federal alemán la reconoció como su propietaria legal y le entregó 120.000 marcos como compensación.
La familia perdió la pista del cuadro hasta que su nieto y único heredero, Claude Cassirer, descubrió en 2000 que estaba expuesto en el Museo Thyssen.
El núcleo de esta colección, formado por 775 obras, fue adquirida por el Estado español en 1993 por un importe de 42.227 millones de pesetas (unos 253 millones de euros al cambio actual).
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