La llegada de un violento tifón a la costa sureste de China, una región azotada habitualmente por las lluvias torrenciales en esta época del año, ha obligado a desplazar a casi un millón de personas y se ha cobrado al menos una víctima mortal, informó la agencia oficial de noticias del país, Xinhua.

El tifón Morakot llegó a la provincia costera de Fujian a las 16.20  procedente de la isla de Taiwán, situada justo enfrente, con vientos de más de 120 kilómetros por hora y lluvias torrenciales que han dejado inundadas decenas de poblaciones.

Las provincias más afectadas han sido Fujian y Zhejiang, dos importantes núcleos industriales de la costa sureste, donde se concentran numerosas fábricas del sector alimentario y textil, y para la exportación. Alrededor de medio millón de personas de cada provincia han sido evacuadas a zonas más seguras.

Las autoridades provinciales pusieron en marcha la operación de emergencia el sábado, un día después de que el tifón azotara la costa norte de Taiwán, ordenando el retorno a puerto de decenas de buques pesqueros y comerciales, el cierre de autopistas y carreteras, la protección de piscifactorías y cultivos, y el despliegue de más de 50.000 soldados para hacer frente a situaciones de emergencia. Sin embargo, las medidas no fueron suficientes para evitar la muerte de un niño de cuatro años y la desaparición de otras cuatro personas al derrumbarse un edificio en la ciudad de Wenzhou (Zhejiang).

Pero, como cada año, las zonas más vulnerables a tifones y lluvias torrenciales siguen siendo las zonas rurales debido a la mala calidad de la construcción y a la falta de urbanización y de sistemas de canalización.

Aún hoy en muchos de los pueblos que salpican las montañas de bambú de Fujian, un popular destino turístico a menos de 200 km de la industrializada costa, miles de personas viven sin acceso a agua corriente y dependen del turismo y de las cosechas para subsistir.

El paso del tifón Morakot por Taiwán, una isla rica y con mejores infraestructuras que la China continental, también ha dejado un muerto y 27 desaparecidos. Según la prensa taiwanesa, el tifón ha causado las peores inundaciones en los últimos 50 años en la región de Pingtung, donde 8.000 personas se quedaron atrapadas. En 1959, 667 murieron a consecuencia de las fuertes lluvias torrenciales.