Este artículo se publicó hace 14 años.
Tiger se compromete a ganar su quinta Chaqueta Verde
La vida profesional de Tiger Woods, que no la personal, ha vuelto a la cotidianeidad en sólo dos rondas de golf. En 36 hoyos del Masters de Augusta, los de su regreso tras casi cinco meses KO, ya amenaza a los líderes, los ingleses Lee Westwood e Ian Poulter, de los cuales le separan sólo dos golpes.
La vida discurre ya con mayor normalidad en Augusta. El campo largo, los "greens" duros y Tiger subiendo escalones en la clasificación como si tal cosa. La posibilidad de conquistar otra Chaqueta Verde cinco años después, la quinta, va cobrando forma.
Elevar, asimismo, su cifra de 'Grandes' a quince ya no es una mera conjetura para alguien que comúnmente debiera estar hecho polvo anímicamente por el escándalo sexual y sus reiteradas infidelidades puestas al descubierto.
Pero a pesar de todos sus pecados, Tiger, el mejor golfista del siglo XXI, prosigue su camino de convertirse sin discusiones en el mejor de la historia. Su parón voluntario de casi cinco meses no ha hecho mella en su juego. Los que apostaron por su triunfo al comienzo de la semana se frotan las manos, aunque su vida personal cuando el domingo termine el Masters seguirá, en cambio, en el mismo punto: arruinada.
El californiano, de 34 años, repitió hoy victoria parcial contra el campo del Augusta National (70 golpes, 2 abajo) y se acercó al liderato que lucen Poulter y Westwood, este último obligado a compartirlo por un "bogey" en el hoyo 18.
Tiger jugó más sólido que en su estreno. Un "bogey" y tres "birdies" en su tarjeta le condujeron al tercer puesto provisional, igualado con el coreano KJ Choi y sus compatriotas Phil Mickelson, Ricky Barnes y Anthony Kim.
De esos siete jugadores que comandan el torneo, sólo Tiger y Mickelson saben lo que es ganar un "Grande", aunque sea el golf inglés el que lidera las operaciones tras el ecuador del Masters.
Poulter, posiblemente el golfista más extravagante y heterodoxo del circuito por su indumentaria, firmó una excelente vuelta (4 abajo).
El actual séptimo mejor jugador del mundo, reciente campeón en el Accenture Match Play, y Westwood, el cuarto, se colocaron como mejores referencias del torneo ante el bajón, previsible, de los veteranos Fred Couples (75 golpes) y Tom Watson (74).
Nick Faldo ganó por última vez en Augusta en 1996. Catorce años después, quizá otro inglés pueda tomar el relevo de uno de los mejores golfistas europeos de la historia.
La jornada fue positiva para Sergio García, que pasó holgadamente el corte merced a sus 70 golpes y el par en el acumulado. Incluso, el castellonense se deja una pequeña puerta abierta al podio si es capaz de completar el torneo con dos extraordinarias vueltas.
La desventaja de García con respecto a Tiger es de 6 golpes, y de 8 sobre Poulter y Westwood.
Álvaro Quirós, en cambio, estropeó su vuelta por otro "calentón", entre los hoyos 13 al 17 (un doble "bogey" y cuatro "bogeys" consecutivos). El gaditano hará las maletas.
Mejor suerte tuvo Miguel Ángel Jiménez, quien selló 75 golpes para +3 en el global, lo que le llevó a superar el corte en su límite.
El colombiano Camilo Villegas (72 golpes) logró meterse con apuros en la línea del corte, mientras el argentino y defensor del título, Ángel Cabrera, hizo lo mismo.
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