Este artículo se publicó hace 15 años.
Tito Andrónico sobrecoge al público emeritense y culmina en una gran ovación
La fantástica adaptación de la obra de William Shakespeare "Tito Andrónico" en la LV edición del Festival de Teatro de Mérida sobrecoge, en su noche de estreno absoluto, al público emeritense al mostrar una visión brutal de la violencia, en una original puesta en escena.
La obra, de la compañía teatral Animalario, refleja una guerra entre familias donde el ansia de venganza desemboca en actos crueles como antropofagia, descuartizamientos, violación y amputaciones.
Pero la barbarie de los hechos va más allá de la mera violencia gratuita y el objetivo es sumergir al espectador en un estado de reflexión sobre la condición humana y el motor de su conducta.
La pieza teatral se centra en la contundencia del guión y la fuerza dramática de los personajes, destacando la magnífica interpretación de Alberto San Juan quien da vida al general romano Tito Andrónico, enloquecido y cegado por la violencia hasta el punto de matar a sus propios hijos.
En el austero escenario reina una gran mesa circular giratoria sobre la que los personajes se suceden en diferentes espacios, como el banquete o el volcán, y representan emociones que van desde el dolor hasta el deseo.
En esta tragedia se respira una atmósfera de continua tensión, que se diluye en algunos pasajes para dar paso a una danza frenética de animales salvajes que bailan al son de la música, pues de eso trata también la obra, de la animalización del ser humano.
Aunque ambientada en la época clásica, "Tito Andrónico" es una pieza contemporánea cargada de paralelismos con nuestra sociedad y evoca, sin ir más lejos, la ambición de poder y la corrupción de los políticos actuales o las terribles noticias de sucesos que llenan las páginas de los periódicos.
En efecto, como apuntó el director de Animalario, Andrés Lima, la pieza teatral "es muy volcánica, una espiral de violencia", que combina los más bajos instintos humanos y la irracionalidad de los personajes en un mundo donde no existe el perdón.
Digna de mención es la labor de Salvador Oliva, traductor del texto, ya que ha conseguido mantener intacta la esencia de los sublimes versos del prolífico escritor británico.
Asimismo, destaca el acompañamiento musical en directo y la iluminación que juega, sobre todo, con la mezcla de luces y sombras y la profundidad del negro para situar en primer plano la gran mesa circular, protagonista y testigo de esta adaptación dramática.
El simbolismo hace gala con la aparición en escena de una larga tela roja que provoca un efecto visual inigualable, en contraste con el entorno, y simboliza los regueros de sangre derramada durante la tragedia.
Sin perder de vista el referente clásico, "Tito Andrónico" contiene influencias de Ovidio, Séneca y una puesta en escena que, en algunas ocasiones, inmortaliza la crueldad de las pinturas de Francis Bacon, en el que también se inspira.
La lucha entre las familias de Tito y el emperador de Roma, Saturnino, tendrá como trágico desenlace la muerte de casi todos los personajes y cierra con la intervención de Marcos, hermano de Tito, que encarna la voz de la razón.
La adaptación de la obra shakesperiana "Tito Andrónico" se representará en el Teatro Romano de Mérida hasta el próximo domingo, 12 de julio, y en ella actúan diez actores, entre ellos y además de Alberto San Juan, Javier Gutiérrez y Nathalie Poza, igualmente brillantes en la noche del estreno.
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