Tom Hanks será el "Elvis Rojo", el Presley de la RDA y del Chile de Allende

El actor Tom Hanks encarnará en el cine al denominado "Elvis Rojo", Dean Read, el cantante estadounidense que eligió vivir bajo el régimen comunista de la RDA y abrazó la causa revolucionaria conmocionado por la muerte de Salvador Allende.

Hanks pretende empezar el rodaje de la película inspirada en esa figura y que llevará por título "Comrad Rockstar" a principios de año, informa el popular diario berlinés "B.Z".

De acuerdo con ese rotativo, el actor estadounidense compró hace ya algún tiempo los derechos a su viuda, Renate Blume, y recreará con ello la compleja trayectoria de este personaje de sonrisa inmaculada y cabellera rubia que en lugar de hacer carrera en Hollywood lo hizo en la órbita comunista.

Reed, aclamado por la República Democrática Alemana (RDA) como la antítesis anticapitalista del Presley de Memphis (EEUU), apareció muerto el 17 junio de 1986, con 48 años, en el lago a orillas de su casa, en los alrededores de Berlín.

Según ha explicado la propia Blume, en un documental dirigido por el alemán Leopold Grün, Reed sufría por entonces una fuerte depresión, se sentía "abandonado" por el público y echaba de menos su país, al que había dado la espalda décadas atrás.

El documental, estrenado en Alemania en la última Berlinale, reconstruía la biografía de quien actuó de "cowboy" en películas de calidad dudosa para la RDA y filmes de propaganda del régimen germano-oriental, pero que además ello fue entusiasta colaborador en la campaña electoral de Allende y miliciano en el Líbano.

Se le conoció como el Presley "rojo" porque en sus inicios buscó la fama apuntalado en un voz y un estilo similares al de Memphis.

Nacido en Colorado, en 1938, se hizo célebre entre el público de la RDA como héroe que renegó de EEUU para abrazar el comunismo.

Aprendió español en el Chile de Allende, luego pasó un tiempo en Argentina, de ahí fue a la Unión Soviética y luego a la RDA.

Volvió a Chile, ya con Pinochet, para entonar con los mineros un legendario "Venceremos", en 1983, y estuvo entre los fervientes admiradores de Yaser Arafat.

Del apasionamiento revolucionario sincero pasó a dejarse engatusar por el aparato de la RDA, que lo convirtió en uno de sus "artistas protegidos".