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Los tornados y las tormentas matan a una veintena de personas en EE.UU.

EFE

Una veintena de personas han muerto entre ayer y hoy al paso de una serie de tornados y tormentas que han arrasado zonas de los estados de Oklahoma, Kansas, Misuri y Georgia.

El sistema aún continúa activo y el Servicio Nacional de Metereología ha emitido una alerta de tornado en el noreste y sureste de Kentucky, el este de Tennessee, la costa de Georgia, Alabama y el norte de Florida.

Advirtió, además, de que la tormenta "es capaz de generar granizo del tamaño de una moneda y vientos con poder destructivo". Sus efectos se sentirán en todos los estados costeros del sur de Estados Unidos, desde Florida hasta el sur de Virginia, señaló el Servicio.

Imágenes de televisión muestran casas destruidas o seriamente dañadas en Dublin, bajo un cielo ahora azul, al lado de otros edificios que han resultado indemnes. Una persona murió en esa localidad, situada al sureste de Atlanta.

Otra pereció en la pequeña ciudad de Kite, que fue completamente destruida, según las autoridades de Georgia, y donde por lo menos 85.000 personas se han quedado sin electricidad.

Algunos medios de prensa han colocado el número total de víctimas en 22, aunque no hay aún una cifra oficial.

"Oí un sonido como de un tren", relató Roosevelt Farrington, un vecino del condado de Clayton, a un canal local de televisión en Georgia. "La parte de arriba de la casa parecía vibrar", dijo.

Su vivienda no sufrió daños, pero las ráfagas potentes de viento dañaron tejados y derribaron numerosos árboles en el barrio, afirmó.

Mientras el sistema se desplaza hacia el noreste, como es el patrón de las borrascas en esa región de Estados Unidos, las autoridades evalúan el daño y estiman el número de bajas.

El departamento de emergencias de Misuri informó de que al menos doce personas han resultado muertas al suroeste del estado, 10 de ellas en el condado de Newton.

En las localidades afectadas las autoridades han montado refugios provisionales en iglesias en colaboración con la Cruz Roja estadounidense.

La autopista U.S. 60 está cortada por la cantidad de escombros que han caído sobre el asfalto.

En Oklahoma, estado para el que el presidente George W. Bush aprobó el viernes ayudas federales destinadas a 23 condados azotados por tormentas primaverales previas, hay al menos siete muertos, que perecieron cuando un tornado tocó tierra en la localidad de Picher.

Los servicios de emergencia buscan a supervivientes con la ayuda de perros entre montañas de madera, ladrillo y objetos personales.

Está previsto que los gobernadores de Oklahoma, Brad Henry, y de Misuri, Matt Blunt, visiten hoy la zona del desastre.

La zona de las grandes llanuras del centro de Estados Unidos es conocida como "el callejón de los tornados", porque es especialmente propicia a la formación de esos sistemas, que cada año se cobran víctimas.

Norteamérica carece de una cadena de montañas que se extienda del este al oeste, por lo que el aire ártico baja sin impedimentos y choca con los vientos calientes del Golfo de México, lo que produce el fenómeno meteorológico.

En febrero, por ejemplo, casi 60 personas murieron en Arkansas y Tennessee por otra cadena de tornados, los más letales en Estados Unidos desde 1985.

El Servicio Meteorológico ha avisado a los habitantes de las zonas amenazadas que al recibir la alerta de tornado se deben meter en los sótanos, bajo una mesa o dentro de un armario en el piso más bajo del edificio.

Muchas de las víctimas se ven atrapadas en sus automóviles o en casas prefabricadas, que los vientos circulares son capaces de arrancar del suelo.

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