La recomendación del comité de expertos de Igualdad de exigir que transcurra un plazo mínimo de tres días desde que la mujer acude a la primera consulta médica hasta el momento en que se le practica el aborto ha provocado numerosas críticas. Los colectivos feministas, en concreto, ven en la propuesta un tutelaje innecesario a la mujer.

Los especialistas participantes en el informe desmienten que ese sea el fin del denominado "período de reflexión". "No se trata de convencer a las mujeres para que se echen atrás. Lo que pedimos es que durante esa primera consulta se les proporcione información por escrito sobre las posibilidades que les ofrece el Estado si deciden seguir con su embarazo, desde ayudas por hijo hasta exenciones fiscales", aclara Patricia Laurenzo, experta en Derecho Penal. "Sólo si tienen todos los datos, pueden decidir libremente. Para valorarlos, necesitan unos días y pensar en frío", añade.

Buena parte de los países de la Unión Europea establecen requisitos similares. En Alemania y Portugal se exigen tres días de reflexión. El plazo se amplía a cinco días en Holanda y a seis en Bélgica. Laurenzo apuesta por los más breves, "porque no es plato de buen gusto estar embarazada sabiendo que se va a abortar".

También el ginecólogo Martínez Salmeán defiende que la mujer reciba información "aséptica y neutra" sobre la intervención quirúrgica y sobre las ayudas estatales. "El período de reflexión es una copia de las leyes de Holanda y Alemania. Lo que también es cierto es que esos países ayudan mucho a la maternidad. En Francia, por ejemplo, por un primer embarazo se pueden recibir entre 700 y 800 euros mensuales por hijo", explica.