Un tribunal tailandés emitió el martes una orden de arresto contra el ex primer ministro Thaksin Shinawatra por cargos de terrorismo en relación con los disturbios registrados en los últimos dos meses, los peores en la historia moderna del país.

Armados con la orden de arresto, la fiscalía y el Ministerio de Exteriores tailandeses lanzarán una búsqueda internacional del magnate de telecomunicaciones huído, dijo un alto cargo del Gobierno.

La última supuesta localización de Thaksin era Francia con motivo del festival de cine de Cannes, pero él mantiene en secreto su ubicación.

"El tribunal dijo que había suficientes pruebas para creer que Thaksin fue el organizador, habiendo desempeñado un papel significativo a la hora de dar instrucciones y manipular los incidentes", dijo el jefe del Departamento de Investigaciones Especiales Tharit Pengdit a Reuters, refiriéndose a los disturbios.

Responsables gubernamentales dicen que Thaksin financió las protestas antigubernamentales iniciadas hace diez semanas con hasta 1,5 millones de dólares al día y se cree que organizó el contrabando de armas y combatientes desde Camboya.

Si es condenado por terrorismo, puede ser sentenciado a muerte.

Los manifestantes, llamados camisas rojas, han pedido la dimisión del primer ministro Abhisit Vejjajiva y la convocatoria de nuevas elecciones, al considerar que han sido privado de derechos por una élite de Bangkok respaldada por el Ejército. En su mayoría respaldan a Thaksin, que fue primer ministro hasta 2006, cuando fue derrocado en un golpe.

Thaksin negó las acusaciones de terrorismo en su página de Twitter, https://twitter.com/thaksinlive.

"Como primer ministro que ganó dos elecciones por victoria arrolladora, fui derrocado en un golpe", escribió Thaksin en tailandés. "Mientras luchaba pacíficamente por la justicia para la devolución de mis bienes robados, me asestan cargos de terrorismo".

Al menos 85 personas murieron en Bangkok y más de 1.400 resultaron heridas en los incidentes violentos que comenzaron en abril.

La violencia alcanzó su punto máximo la semana pasada, cuando fueron incendiados casi 40 edificios mientras el Ejército dispersaba a miles de manifestantes antigubernamentales que habían tomado el corazón comercial de la ciudad.

No ha habido informaciones de violencia en Bangkok desde el jueves, cuando los camisas rojas empezaron a retirarse, aunque algunos han amenazado con reanudar su campaña el próximo mes.