Este artículo se publicó hace 16 años.
Trichet deja claro que el BCE no bajará los tipos dada la evolución de la inflación
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, dejó hoy claro que esta institución no va a rebajar los tipos de interés en la zona euro, dado el repunte de la inflación y la persistencia a medio plazo de riesgos en este ámbito.
En una comparecencia ante el Parlamento Europeo, Trichet aludió a la elevada incertidumbre en torno al crecimiento y, aunque consideró que la economía de la eurozona cuenta con fundamentos sólidos, advirtió de que todavía "no hemos dejado atrás lo peor" de la crisis financiera.
Pero insistió en que, a la hora de aplicar la política monetaria, el BCE no debe tener en cuenta más criterios que el objetivo de lograr a medio plazo la estabilidad de precios.
Consideró que el actual nivel de los tipos de interés -que el pasado día 6 el Consejo de Gobierno del Banco mantuvo en el 4 por ciento- es el adecuado para garantizar la consecución de ese objetivo.
Trichet atribuyó el reciente repunte de la inflación en la eurozona al encarecimiento de la energía y los alimentos y vaticinó que se mantendrá por encima del 2 por ciento la mayor parte de 2008.
Además, agregó, existen riesgos "al alza", por la posible subida adicional de los productos energéticos y agrícolas, avances salariales mayores de lo previsto, aumentos de precios en sectores con poca competencia y subidas de impuestos indirectos y precios administrados.
Insistió en la importancia de evitar efectos de "segunda ronda" de la inflación y se mostró especialmente contrario a la indexación de los salarios al IPC.
Respecto a la situación económica, Trichet explicó que el crecimiento se está moderando, pero continúa, e hizo hincapié en la solidez de la economía de la eurozona y en que no tiene desequilibrios significativos.
Destacó el dinamismo de la inversión y la buena marcha del empleo y consideró que el consumo seguirá impulsando el crecimiento en Europa.
No obstante, admitió que, debido al efecto de las turbulencias financieras, la incertidumbre sigue siendo "inusualmente elevada".
"La corrección en los mercados continúa", señaló Trichet, quien añadió que, probablemente, todavía "no hemos dejado atrás lo peor" de la crisis.
Consideró fundamental, para limitar la incertidumbre, que las entidades financieras informen, cuanto antes y en detalle, sobre su exposición a los activos afectados por la crisis y sobre el volumen exacto de sus pérdidas.
En este contexto, el presidente del BCE advirtió de que los grandes bancos de la eurozona pueden ser los más afectados, en sus resultados, por la caída de la actividad en los mercados de créditos estructurados y la tendencia generalizada a asumir menos riesgos y por el mayor coste de la financiación.
Trichet consideró que los mercados ya están reflejando estas menores expectativas de rentabilidad de la gran banca e incidió, en cualquier caso, en que el sector bancario europeo goza de una posición fuerte para afrontar la desaceleración.
También se refirió al papel de las agencias de calificación de riesgos -cuya tardanza en alertar de los problemas asociados a las hipotecas de "alto riesgo" generó dudas sobre su fiabilidad e independencia- y les instó a eliminar cualquier conflicto de interés en su actividad y a ampliar el alcance de la información que facilitan a los inversores.
El presidente del BCE se mostró partidario de la autoregulación, pero reseñó que si estas entidades no logran dotarse de un código de funcionamiento adecuado, será necesaria una iniciativa política.
Asimismo, incidió en que los supervisores tienen que garantizar que las entidades cuentan con reservas de capital adecuadas para cubrir sus riesgos y apostó por una adaptación de la legislación actual que tenga en cuenta la aparición de nuevos instrumentos financieros.
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