Este artículo se publicó hace 14 años.
Trinidad Jiménez niega que hubiera presiones ni pagos a cambio de presos de Guantánamo
La ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, ha negado hoy que la Fiscalía del Estado o el Gobierno sufrieran presiones de Estados Unidos para obstaculizar procesos judiciales o que España recibiera dinero para acoger presos de Guantánamo, como afirman algunos documentos filtrados por Wikileaks.
Así lo ha dicho tras la sesión de control al Ejecutivo en el Senado, preguntada por las filtraciones dadas hoy a conocer por El País, según las cuales EEUU presionó al Gobierno español para "frenar o boicotear" las causas judiciales abiertas contra políticos y militares norteamericanos presuntamente involucrados en el caso Couso, torturas en Guantánamo, o secuestros en vuelos de la CIA.
Según estos documentos, el embajador norteamericano entre 2005 y 2009, Eduardo Aguirre, había dirigido numerosas presiones sobre el Gobierno español y las autoridades judiciales, y había contado con el apoyo de contactos como el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, y el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza.
"Es absolutamente falso que hubiera algún tipo de presión", ha zanjado la ministra, antes de asegurar que en España la Justicia es "independiente", actúa "con mucha seriedad" y, por tanto, "es impensable que se pueda ver presionada bajo ningún concepto para que pudiera cerrarse un caso".
No obstante, ha recordado que la propia Fiscalía General del Estado ya ha declarado hoy que su postura en cada causa judicial se basa en criterios "estrictamente jurídicos, sin admitir ninguna clase de injerencia externa".
Respecto al documento que señala que EEUU habría ofrecido a España 85.000 dólares por cada preso de Guantánamo que acogiera, también lo ha rechazado, alegando que "en ningún caso medió, ni siquiera hubo intención de que mediara precio alguno por acoger a presos".
"Las conversaciones se mantienen siempre en un nivel de mayor confidencialidad y diferente al que se está haciendo mención", ha agregado, antes de volver a desmentir "por completo" que hubiera algún tipo de pago para acoger reclusos de Guantánamo.
Jiménez ha explicado que la Embajada de Estados Unidos advirtió ya la semana pasada al Ministerio de que se iba a producir una filtración de documentos, y ella misma habló durante el fin de semana con el embajador, quien le dijo que desconocía el contenido de las filtraciones.
Pese a ser "partidaria de la máxima transparencia", la ministra ha recalcado que hay cuestiones "especialmente sensibles", aquellas relacionadas con la seguridad del Estado, la lucha antiterrorista o algunos ámbitos de política exterior, que exigen "especial discreción".
Con todo, ha señalado que muchas de las cosas que se están conociendo forman parte de conversaciones informales o valoraciones personales privadas, de embajadores o de personal diplomático, cuestiones que "cuando se ven escritas en un papel cobran una dimensión que realmente no tienen".
"Son informaciones a las que no hay que dar mayor relevancia", ha insistido, cuestiones que "necesitan ser contrastadas" y que, si no se comprueban, no merecen una "credibilidad tan alta" y "hay que minimizar" su contenido.
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