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Las tropas de EEUU colaboran en el reparto de la ayuda en Haití

Reuters

El temor a la violencia y los saqueos se redujo en Haití ante la intervención de las tropas estadounidenses para proteger la distribución de agua y alimentos, mientras miles de haitianos desplazados hicieron caso del consejo del Gobierno de buscar refugio fuera de Puerto Príncipe.

Los cuidados médicos, la gestión de los cadáveres, la búsqueda de refugio, el agua, la comida y los servicios sanitarios siguen siendo prioridades para las operaciones internacionales, dijeron responsables de Naciones Unidas una semana después de que un terremoto de magnitud 7,0 sacudiera Haití.

Aunque todavía se necesitan escoltas militares para entregar suministros, la ONU dijo que los problemas de seguridad se centran principalmente en áreas que eran consideradas de "alto riesgo" antes del seísmo del 12 de enero.

Unos 4.000 criminales escaparon de las cárceles que sufrieron daños tras el temblor.

"La situación general de seguridad en Puerto Príncipe continúa estable, con violencia limitada y focalizada y saqueos", informó la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCAH, por sus siglas en inglés).

Helicópteros estadounidenses Black Hawk aterrizaron el martes en el recinto del destruido palacio presidencial de Haití, desplegando tropas y provisiones y atrayendo inmediatamente a multitudes de supervivientes que solicitaban raciones de comida.

Unos 12.000 efectivos militares estadounidenses están desplegados en Haití o se encuentran en barcos o camino al país, incluido el buque hospital USNS Comfort, que debe llegar el miércoles y ofrece los recursos esenciales para realizar operaciones quirúrgicas complejas.

un feroz crítico de lo que califica como "imperialismo estadounidense" -, ha acusado a Washington de "ocupar" Haití bajo el pretexto de una operación de ayuda.

Pero el presidente haitiano, René Préval, dijo que los soldados estadounidenses ayudarán a la misión de paz de la ONU a mantener el orden.

En un intento por acelerar la llegada de ayuda humanitaria y frenar los saqueos y la violencia, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó por unanimidad sumar 1.500 policías y 2.000 soldados a los 9.000 miembros de los cuerpos de paz que están en Haití.

Observando a los soldados, el superviviente del terremoto Gilles Frantz dijo: "Sabemos que el mundo quiere ayudarnos, pero han pasado ocho días y no he visto comida o agua para mi familia".

El Programa Mundial de Alimentos, que ha alimentado a 200.000 víctimas del seísmo, espera tener 10 millones de raciones "listas para comer" en el curso de la próxima semana, dijo la ONU. Unas 130.000 personas adicionales han sido alimentadas por otros grupos de ayuda.

FUERA DE PUERTO PRÍNCIPE

Los soldados se dirigieron a otras localidades asoladas por el terremoto fuera de la capital, como Leogane en el oeste y Jacmel en la costa sur, para custodiar y proporcionar puntos de distribución de ayuda en esos lugares.

En Leogane, el epicentro del violento seísmo, la falta de instalaciones médicas avanzadas impidió que muchos heridos graves no pudieran someterse a unas operaciones que les habrían salvado la vida.

"Aún antes de este drama los hospitales aquí funcionaban a duras penas", dijo Joel Beaubrun mientras observaba la entrega de alimentos por parte de soldados estadounidenses. "Pueden imaginar cómo son las cosas ahora", agregó.

Expertos de salud internacional subrayaron que los esfuerzos en Haití no pueden detenerse una vez que haya pasado la crisis inmediata. "Se trata de asumir el desafío a largo plazo", dijo el martes Jon Andrus, de la Organización Panamericana de la Salud.

El grupo Médicos Sin Fronteras dijo el martes que desde el domingo se le ha negado tres veces el permiso de aterrizaje en el congestionado aeropuerto de Puerto Príncipe a un avión de carga que transportaba 12 toneladas de medicamentos, y que cinco pacientes murieron por la falta de esos suministros.

"Nos vimos obligados a comprar una sierra en el mercado para continuar las amputaciones", dijo Loris de Filippi, coordinador de emergencia en el hospital Choscal del grupo en Cite Soleil.

Las autoridades haitianas han dicho que la cifra de muertos por el terremoto posiblemente está entre 100.000 y 200.000 personas, y que 75.000 cuerpos ya han sido enterrados en fosas comunes.

Hasta el momento, no han aparecido las temidas enfermedades infecciosas, aunque muchos heridos se enfrentan a la amenaza inmediata del tétanos y la gangrena, y los hospitales están sobrepasados.

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