Este artículo se publicó hace 15 años.
La UE se asociará con sus vecinos más al Este para fomentar su estabilidad
La Unión Europea (UE) y seis países del Este de Europa lanzarán hoy formalmente la llamada Asociación Oriental, con la que la se quiere promover la estabilidad de esas naciones de la antigua Unión Soviética y acercarlas política y económicamente.
La cumbre, convocada por la presidencia checa para que Ucrania, Bielorrusia, Moldavia, Georgia, Armenia y Azerbaiyán se sumen a la iniciativa, busca mostrar a esos países que la UE tiene un interés crucial en esa región.
La UE ve esa región como la más próxima a sus fronteras junto a los Balcanes, y esos seis países -que tienen al lado al poderoso vecino ruso- afrontan momentos complicados de su política doméstica (como se acaba de ver en el motín militar de ayer en Georgia) y además están gravemente afectados por la crisis económica mundial.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, dijo hoy que para la UE es de "interés vital" intensificar la relación con países que buscan una mayor integración "a fin de promover la estabilidad y la seguridad en la frontera este" comunitaria.
"Se trata de un territorio que no tiene soluciones fáciles", según reconoció recientemente el viceprimer ministro checo, Alexandr Vondra, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la UE.
Esta plataforma será la base para la negociación de acuerdos de asociación entre la Unión y los países que quieran y puedan cumplir los compromisos necesarios, según indica el borrador del documento de conclusiones.
Añade que la Asociación Oriental tiene "un mensaje claro" sobre "la necesidad de impulsar el rumbo hacia las reformas" políticas y económicas en los seis países.
La cumbre, que presentará importantes ausencias (como el británico Gordon Brown o el español José Luis Rodríguez Zapatero), ha provocado las reticencias de algunos países europeos, que consideraban innecesaria una reunión de este nivel.
Pero para Vondra, presentar la iniciativa a los seis países y "embarcarlos" en ella es "un ejercicio importante" que merecía la presencia de los Veintisiete.
La cita también se celebra con los reparos de Rusia, que acusa a la UE de querer crear una "esfera de influencia" en la región ex soviética, algo que niegan insistentemente los comunitarios.
La inclusión de Bielorrusia, contra el que la UE mantiene sanciones -aunque suspendidas- debido a las carencias democráticas del régimen de Minsk, es una de las grandes novedades, aunque no estará el presidente de ese país, Aleksandr Lukashenko, cuya presencia no era deseada por algunos socios comunitarios.
Tampoco estará el presidente moldavo, Vladímir Voronin, cuyo Gobierno impuso recientemente la exigencia de visado a los ciudadanos rumanos debido a su acusación de que este país estuvo implicada en los disturbios causados el mes pasado por la oposición tras las últimas elecciones.
La asistencia de ambos países, pero sin la presencia de sus presidentes, se produce después de un delicado trabajo diplomático del Alto Representante de la UE para Política Exterior, Javier Solana, que visitó ambas capitales, y logró en Moldavia a finales de abril un acuerdo para promover la reconciliación política entre Gobierno y oposición.
La Asociación Oriental, aprobada en marzo pasado por la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la UE, estará dotada con 600 millones de euros hasta finales de 2013 y funcionará a través de la puesta en marcha de proyectos conjuntos.
Los proyectos -en sectores como energía o infraestructuras- buscan fomentar la cooperación entre los seis países y no sólo entre éstos y la UE, además de que se abre la puerta a la participación de terceros, en una clara alusión a Rusia.
El camino hasta la cita no ha estado exento de baches: los seis países han insistido hasta el final en que la declaración incluya alguna referencia a su objetivo de que la UE elimine los visados que se exigen a sus ciudadanos para entrar en territorio comunitario.
Pero la UE ha mantenido sus reticencias, ya que teme un incremento de la inmigración ilegal, y la reunión de embajadores comunitarios en Bruselas que se celebró ayer acordó fijar en el texto que se trata de "un objetivo a largo plazo".
La Asociación Oriental es similar a la Unión por el Mediterráneo (UPM) aprobada el año pasado para dar un paso más allá en la cooperación de los países de la UE con la ribera sur mediterránea.
Varios países del centro y este de la Unión insistieron a partir de entonces en lanzar un proceso similar que no descuidase la frontera oriental comunitaria.
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