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La UE negocia cómo seguir apuntalando la banca con avales

España e Italia piden un fondo común ante las garantías emitidas por un país y Alemania se opone. Se aleja el acuerdo sobre la tasa financiera

DANIEL BASTEIRO

El apoyo a la banca y su devolución a través de una tasa dividieron ayer agriamente a los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE). Reino Unido lideró un motín contra los planes de la Comisión Europea, apoyado por Francia, Alemania y España, de introducir una tasa a las transacciones financieras que se utilice para engordar el presupuesto comunitario y de los países miembros, asfixiados por la austeridad, en parte por haber salido al rescate de la banca.

El apoyo al sector financiero sigue siendo uno de los pilares de la acción europea, pero ayer los ministros del euro no se pusieron de acuerdo en otro asunto: cómo extender las garantías para que las entidades sigan emitiendo deuda para poder financiarse en los mercados. Los avales se pusieron en marcha en 2008, cuando Lehman Brothers cayó en EEUU como una ficha de un dominó que el mes pasado tumbó al banco francobelga Dexia, el último en caer.

Reino Unido y Países Bajos secundan el no' alemán

España e Italia pujan por que esos avales se 'mutualicen', es decir, se pongan en común y sea la UE la que responda en caso de ataques especulativos a una de las entidades.

'Algunos países han puesto reparos', reconoció al término de la reunión la vicepresidenta económica, Elena Salgado, que pretendía que se crease un fondo prefinanciado por los socios de la UE con el objetivo de hacerse cargo del primer tramo de pérdidas, en caso de haberlas. La Comisión Europea apoyaba esta opción, pero se encontró con la férrea oposición de Alemania, Reino Unido, Luxemburgo, Suecia y Países Bajos, que exigen que sea cada país el que asuma toda pérdida potencial, informaron fuentes comunitarias.

Fuentes del equipo de Salgado dudaron de que la solución final, que deberá ser pactada a final de mes, sea a través de la mutualización, una opción que sigue defendiendo Bruselas. En palabras de Michel Barnier, comisario de Mercado Interior y Servicios Financieros, 'un enfoque europeo coordinado para estas garantías y un grado de mutualización de los avales ofrecidos son esenciales para romper el círculo vicioso entre bancos frágiles'.

Salgado propuso un fondo prefinanciado por los estados miembros de la UE

Los avales garantizados a la banca en 2008 hacen responsable a cada país de los bancos domiciliados en su suelo. Para el Ejecutivo comunitario, el esquema tiene dos puntos débiles: por una parte, no contempla la variedad de domicilios de las entidades y su pertenencia a conglomerados de entidades. Por otra, algunos países pueden quedarse cortos al hacer frente a las posibles pérdidas. Salgado confió en lograr una 'solución intermedia' que satisfaga a todos.

Donde el acuerdo está más lejos es en la introducción de la tasa sobre las transacciones financieras. El gravamen ya fue objeto de debate en la última cumbre del G-20 en Cannes (Francia), donde no se llegó a ningún acuerdo. Para el ministro británico, George Osborne, 'si pudiese crearse a nivel global, sería buena, pero eso no va a ocurrir'. Osborne aseguró que la tasa no la pagarán los bancos, sino los 'pensionistas' que tienen sus ahorros en las entidades, a quien acabará por trasladarse. Durante el debate, transmitido por televisión, el titular de Finanzas criticó que la tasa no es 'la mejor manera de pasar el tiempo', ya que frenará el crecimiento, creará paro y nunca será efectiva porque EEUU, China o Singapur se oponen. 'No la veré en vida', remató.

Salgado respondió asegurando que, aunque Osborne es 'más joven' que ella (62 frente a 40 años del inglés), ella sí la verá hecha realidad. 'No ocurrirá de un día para otro', pero por eso no puede pedirse 'que ni siquiera sea discutida'.

'No tenemos que esperar a que la apliquen en Shangái para seguirles la corriente', ironizó Wolfgang Schäuble, el titular de Finanzas alemán. 'La cuestión ahora es, y creo que estamos más cerca de ello, si disponemos de una masa crítica entre los países que estamos a favor de la tasa para intentar lograr un acuerdo, al menos a nivel de la UE, pero también para impulsar una tasa global', dijo Salgado. Ese ha sido el camino para luchar contra los paraísos fiscales en el foro de países emergentes, recordó.

La unanimidad que requieren las decisiones de la UE en materia de impuestos alejó ayer la aprobación de la tasa. Reino Unido, Suecia, Malta, Chipre o República Checa se oponen abiertamente, mientras que otros países esperan un estudio de impacto que aclare sus dudas sobre la posible deslocalización de su negocio financiero.

Según la Comisión, la tasa financiera debería introducirse en 2014 y recaudar al menos 55.000 millones de euros al año, pero los países del euro no descartan avanzar por su cuenta y dejar fuera a Londres, a pesar de que la City es la primera plaza financiera de la Unión.

Por otra parte, la UE aprobó el procedimiento por desequilibrios macroeconómicos que podrá sancionar con multas de hasta un 0,1% del PIB a países que no corrijan a tiempo sus problemas de competitividad, paro, crédito al sector privado o costes del trabajo. Salgado descartó que la UE vaya a multar a España por su elevada tasa de paro o por los precios de la vivienda y aseguró que el Gobierno ha tomado ya medidas para corregir estos desequilibrios 'de forma acelerada'.

Salgado destacó además que la multa sólo llegaría al final del proceso y no por las condiciones estructurales de la economía, sino por ignorar sus posibles soluciones. 'Como todos los países, nos someteremos a los análisis pero no esperamos desde luego pasar a ninguna fase posterior, ni tan siquiera de recomendaciones', confió.

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