Este artículo se publicó hace 15 años.
La UE pide diálogo político entre el presidente de Georgia y la oposición
El representante especial de la Unión Europea para el Cáucaso Sur, Peter Semneby, pidió hoy un urgente diálogo político entre el presidente de Georgia, Mijaíl Saakashvili, y la oposición que reclama su dimisión en las calles de Tiflis.
"Existe la posibilidad de detener este pulso político mediante la discusión conjunta de los problemas vitales de Georgia, relativos a la gobernación del país", dijo Semneby en una entrevista a Efe tras reunirse con Saakashvili y con sus detractores de la oposición.
Una alianza de 17 partidos opositores inició el 9 de abril una campaña pacífica de desobediencia civil para forzar la salida de Saakashvili, acusado de autoritarismo, de ser reelegido con fraude y responsabilizado de la derrota en la guerra contra Rusia de agosto.
Miles de manifestantes emprendieron el bloqueo de la residencia presidencial y la Televisión Pública, si bien este fin de semana moderaron su protesta hasta el próximo martes con motivo de la Pascua ortodoxa.
Mientras, las autoridades y parte de los ciudadanos temen la repetición de los enfrentamientos entre policía y manifestantes de noviembre de 2007, como los que también acaban de producirse en otra antigua república soviética, Moldavia, esta vez por protestas contra la victoria electoral de los comunistas.
"Las partes deben atenuar sus posturas", criticó Semneby la intolerancia de ambos bandos: "La libertad de manifestación es un derecho importante, pero las soluciones hay que buscarlas en la mesa de negociaciones".
Explicó que "la oposición se niega a renunciar a su demanda de dimisión (del presidente), pero nada le impide abrir un diálogo con el Gobierno sobre los asuntos constitucionales y otros manteniendo esta exigencia".
"Si las negociaciones prosperan y las partes acuerdan reformas políticas y constitucionales y cambios de la legislación electoral, el reclamo mismo de la dimisión del presidente tendrá otro aspecto y matices", señaló.
El diplomático sueco, de 49 años, tampoco escatimó críticas a las autoridades georgianas al subrayar que "el Gobierno debe escuchar la voz de la oposición y los manifestantes".
Según Semneby, "lo más fácil es esperar que las protestas terminen por sí mismas. Si los dirigentes se sienten tentados por esa postura, es peligroso, porque la gente puede cansarse y marcharse, pero los principales problemas seguirán sin resolver".
"Para evitar que ese pulso se repita en el futuro, hay que iniciar un diálogo político", insistió el enviado europeo, quien dio a entender que Bruselas no puede sacar las castañas del fuego y son las partes las que deben resolver el conflicto.
En este sentido, subrayó que "los problemas existentes necesitan una solución interna, basada en el consenso entre los actores políticos georgianos, mientras la Unión Europea explica cómo ve la situación creada, porque le importa lo que ocurre en Georgia, y su futuro".
"Georgia es un socio importante de la UE", subrayó el diplomático al recordar que el 7 de mayo los Veintisiete pondrán en marcha en Praga su nuevo programa de cooperación con seis países del este: Georgia, Azerbaiyán, Armenia, Ucrania, Moldavia y Bielorrusia.
Ese día, la UE lanzará formalmente la llamada Asociación del Este, programa que implicará ayudas económicas por valor de 600 millones de euros hasta 2013 y progresivas facilidades para otorgar visados a los ciudadanos de los seis países.
Semneby respondió con precaución a una pregunta sobre la posible "pista rusa" en los sucesos en Georgia, pues las autoridades acusan a la oposición de hacer el juego a Moscú, que también se niega a dialogar con Tiflis hasta que se vaya Saakashvili.
"El factor ruso existe, pero no quiero exagerar su importancia. El hecho de que las tropas rusas estén tan cerca de Tiflis influye en cierto modo, preocupa a la gente y crea nerviosismo", dijo sobre los miles de soldados emplazados por Moscú en las separatistas Osetia del Sur y Abjasia tras su invasión por el Ejército ruso.
Al tiempo, "Rusia, en mi opinión, no tiene un papel de peso, y creo que es bueno que sea así. Lo que hay aquí es un pulso político interno", que debe ser resuelto dentro del modelo de la "democracia moderna de tipo europeo" que desarrolla Georgia, enfatizó.
Mientras, la oposición hizo oídos sordos al llamamiento de Semneby al declarar que aplaude "la participación de la UE y la comunidad mundial en el arreglo de la crisis política georgiana", pero que "el único tema posible del diálogo con el poder es la salida del presidente y la convocatoria de comicios anticipados".
Saakashvili fue reelegido en enero de 2008 en unos comicios adelantados cuya transparencia la oposición cuestionó y que fueron convocados por él mismo, después de declarar el estado de excepción en noviembre de 2007 debido a las protestas opositoras, que entonces fueron reprimidas violentamente por las fuerzas del orden.
Misha Vignanski
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