Este artículo se publicó hace 13 años.
La UE prepara un acuerdo de mínimos del fondo de rescate
Berlín exige retrasar la decisión final para pedir más reformas económicas
Ángela Merkel no quiso en diciembre. "Nos dijo que necesitaba más tiempo", señala un funcionario comunitario. La UE aplazó el debate. "En enero volvimos a sondear. Nos dijo que necesitaba todavía algo más de tiempo", repitió. Entonces, José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, convocó a los medios para pedir la ampliación del fondo de rescate del euro y su flexibilización para prevenir rescates más que ejecutarlos. Dotado con garantías por valor de 440.000 millones, su capacidad efectiva de préstamo se calcula en la mitad. Barroso fijó además una fecha para que sus reivindicaciones se llevaran a la práctica: la cumbre de este viernes.
Su plazo provocó un monumental enfado en Berlín, ya que el fondo de apoyo al euro no está financiado por el presupuesto comunitario sino por los países, y Alemania es la que más contribuye. Además, dividieron de nuevo a la zona entre los países que querían dar "garantías de que la estabilidad de la eurozona no está en cuestión", como pide Barroso, y los que creen que España, Portugal o Italia se han alejado en las últimas semanas de la zona de peligro, por lo que la tarea no es urgente. Distintas fuentes diplomáticas rechazaron este fin de semana una decisión definitiva de los líderes, pero apuntaron a un "mensaje político" que siente las bases para que se tome en la próxima cumbre.
¿Por qué importa la fecha? Para Merkel, es una cuestión política de vida o muerte. La canciller se enfrenta a siete elecciones regionales en tan solo unos meses. En ellas, 25 millones de votantes premiarán o castigarán el uso que se haga de su dinero. Para justificar el desembolso, el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, prepara lo que él llama un "paquete global" de reformas para neutralizar de una vez por todas las dudas de los inversores. Será acordado en marzo, y no se centrará en poner más dinero para rescates, sino en continuar con el recorte del déficit, acelerar las reformas estructurales (como la de las pensiones o el mercado laboral) y armonizar las políticas económicas de la UE para limar diferencias entre Alemania, que impulsa el crecimiento de la Eurozona, y otros países como España, que llevan una década perdiendocompetitividad.
En este rumbo impuesto por Alemania se enmarcan en España la recapitalización de las cajas de ahorro, la reforma de las pensiones o el pacto sobre negociación colectiva y políticas de empleo logrado por los sindicatos, que será rubricado el miércoles, en la víspera de la llegada de Merkel a Madrid para una cumbre bilateral.
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