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La UE prohíbe las inversiones en el sector petrolero de Siria

EFE

La Unión Europea prohibió hoy las inversiones en el sector petrolero sirio, así como la entrega al Banco Central de Damasco de billetes y monedas sirias fabricadas en la UE.

La UE aprobó hoy nuevas sanciones contra Siria, en respuesta a la continuada represión contra las protestas democráticas, y añadió a la lista para congelar sus bienes y prohibir los visados a dos nuevas personas y seis entidades más, consideradas responsables de la represión o de apoyarla.

Estas nuevas medidas "son necesarias" en vista de que el régimen sirio ha ignorado las peticiones internacionales para cesar la represión, liberar a los manifestantes detenidos y abrir un diálogo nacional, dijo la responsable de la diplomacia de la UE, Catherine Ashton, en un comunicado.

El embargo a la inversión en empresas sirias del sector petrolero afectará a la exploración, producción y refinado, tanto dentro como fuera de Siria.

Las empresas comunitarias no podrán adquirir participaciones en compañías sirias del sector ni formar entidades conjuntas con ellas. Los créditos y préstamos financieros también están incluidos en la prohibición.

Esta prohibición de invertir en el sector petrolero sirio se suma al embargo de la UE a las importaciones de crudo procedente de ese país, que entró en vigor el pasado 3 de septiembre, y podría afectar a varias empresas europeas que tienen negocios en territorio de Siria.

Ashton advirtió de que la Unión Europea estudiará nuevas sanciones "a la luz de los acontecimientos".

Las nuevas medidas, aprobadas hoy por los Veintisiete por procedimiento escrito y que entrarán mañana en vigor con su aprobación en el Diario Oficial de la UE, se deben a "la campaña constante y brutal" de represión del régimen sirio contra su propia población, añadió.

La Unión Europea, Estados Unidos y otros países han aprobado en los últimos meses diversas tandas de sanciones económicas contra personalidades y entidades sirias en respuesta a la violenta represión de las protestas democráticas en ese país, similares a las de otros países árabes.

Desde que comenzaron las protestas en Siria para reclamar democracia y reformas al régimen, han muerto casi 2.700 personas, según datos de Naciones Unidas.

Ashton recordó que las sanciones están diseñadas para tener un "impacto máximo" en el régimen sirio, pero a la vez reduciendo las posibles consecuencias negativas en la población, lo que se consigue dirigiendo las medidas contra personas y entidades que se benefician de su apoyo a las autoridades de Damasco.

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