Este artículo se publicó hace 15 años.
La UE trabajará para que el nuevo gobierno afgano sea menos corrupto
La Unión Europea (UE) trabajará para que el próximo gobierno afgano sea menos corrupto y más eficaz en la lucha contra el narcotráfico, ante la sensación creciente de que los militares no pueden ganar por si solos la batalla.
"No creo que ganemos esta guerra matando. Vamos a ganar principalmente protegiendo a la población", recalcó el ministro de Exteriores sueco, Carl Bildt, tras presidir una reunión de los Veintisiete marcada tanto por la muerte de civiles afganos en un bombardeo de aviones de la OTAN como por la incertidumbre sobre la limpieza del reciente proceso electoral.
Todos los ministros mostraron su "preocupación" por la matanza de Kunduz, un "grave error" según el francés Bernard Kouchner.
El titular sueco fue cauto y remarcó que la nueva estrategia militar estadounidense y aliada en Afganistán ha logrado reducir las víctimas civiles a pesar de la intensificación de los combates.
Y "para poner las cosas en perspectiva" recordó que los talibanes matan a diario a policías afganos, ahorcan a ciudadanos frente a los colegios electorales o les cortan el dedo con el que se identifican para votar.
En el Consejo informal de ministros de Exteriores (Gymnich) no se ha hablado de tropas ni del anuncio español de que probablemente enviará más soldados a Afganistán, pero sí de la necesidad de reforzar la estrategia política y económica, aseguró Bildt.
La Comisión Europea (CE) y los países de la UE gastan mil millones de euros al año en proyectos civiles como la formación de la policía afgana, y tienen la sensación de que deben coordinar mejor estas inversiones y elevar la vigilancia para que este dinero no se pierda en manos de oficiales corruptos.
"Queremos presionar más al gobierno y a nosotros mismos para evitar la corrupción", dijo Bildt, en un esfuerzo que deberá combinarse con el fin del cultivo masivo de opio en un país que produce el 90% de la heroína mundial.
Antes de dar nuevos pasos, los ministros aguardan el resultado de las elecciones del pasado 20 de agosto, tras la investigación de las setecientas denuncias creíbles recibidas por la Comisión Electoral afgana (IEC), probablemente en octubre.
Pero ya manejan ideas como convocar una conferencia internacional en Kabul que "marcaría una nueva estrategia de transición, tras la estrategia de reconstrucción", según el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
Otra de las posibilidades que se estudian es la creación de un centro de formación de funcionarios o la elaboración de una lista de expertos europeos que respondan a necesidades identificadas conjuntamente con el Gobierno afgano.
En el sector policial, el pasado mayo la UE decidió doblar el número de instructores de la policía desplegados en Afganistán de 200 a 400, con el fin de fortalecer la reforma de las fuerzas del orden locales en el marco de la misión EUPOL.
Los europeos van a estudiar ahora cómo mejorar la financiación de esta misión.
Asimismo, la UE cree que necesita considerar la posibilidad de apoyar estructuras y mecanismos para recuperar a algunos elementos de la insurgencia.
Durante la primera jornada del Consejo los ministros se centraron en la situación en Oriente Medio, y en analizar la sensación de cierta esperanza que les transmitió el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana, tras su reciente gira por la región.
Según aseguró hoy Solana, en estos momentos hay una oportunidad y un "deseo compartido por los principales actores", incluido Israel, para "una nueva dinámica de paz" durante la próxima Asamblea General de la ONU.
Para ello, confió en que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, rectifique su intención de autorizar nuevos asentamientos en territorio palestino.
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