Este artículo se publicó hace 13 años.
La UE ultima el refuerzo de su fondo contando con el FMI
Draghi complica la solución a la crisis descartando una intervención del BCE y Cameron se niega a aceptar un cambio en los tratados europeos. Sarkozy avisa de que, si no hay acuerdo, "no habrá segunda oportunidad"
Los líderes de la Unión Europea llegaron ayer a Bruselas decididos a dar un gran salto adelante en la estrategia de austeridad contra la crisis y poner a funcionar la maquinaria institucional para cambiar los tratados comunitarios. Sin embargo, se rindieron a la evidencia ya en las primeras horas de una reunión. Ni la austeridad, sobre la que ayer lograron "un acuerdo de sustancia", según fuentes diplomáticas, ni cambios en la ley, sobre los que al cierre de esta edición seguían discutiendo, convencerán a los mercados financieros.
Ante esa perspectiva, a la que el BCE dio oxígeno tan solo unas horas antes del cónclave negándose a apoyar al euro, los socios de la eurozona se afanaron en reforzar sus propios instrumentos contra la especulación. La negativa de Alemania a abrir la puerta de la solidaridad mantenía a última hora de la noche las discusiones en suspenso. Un borrador de las conclusiones de los 27 perfilaba la decisión con el adelanto a 2012 la entrada en vigor del nuevo fondo de rescate (prevista inicialmente para 2013) y su combinación con el que ya tiene en la actualidad, que presta dinero a Irlanda y Portugal. La UE completaría así con los 500.000 millones del nuevo fondo de rescate los aproximadamente 250.000 que le restan al actual, acercándose a la cifra del billón prometida por los líderes de la eurozona en su reunión de octubre.
Fuentes diplomáticas cercanas a las negociaciones aseguraron anoche que la eurozona pretende además recurrir al FMI para completar la acción de ambos fondos. La negativa del BCE a llevar a cabo una gran intervención en los mercados de deuda llevó a los líderes europeos a considerar esta opción, que funciona como un bumerán. Si los fondos de rescate no tienen fondos suficientes y el BCE se niega a completarlos, los bancos centrales de la Unión Europea podrían prestar 200.000 millones de euros al FMI, con sede en Washington, para que colabore más activamente en los rescates de los países del euro. Se trata de cerciorarse de que los problemas europeos se resuelven con dinero europeo pero a través del FMI. Sólo así se sortearía la prohibición legal de rescate directo de un país por parte de los bancos centrales o el BCE. En la solución participarían los bancos centrales de los países del euro con 150.000 millones de euros y los del resto de la UE con 50.000 millones más. Además, los fondos de rescate mantienen su puerta abierta a que otros inversores internacionales, como los países emergentes o instituciones privadas, aporten más recursos para engordar los mecanismos europeos contra la especulación.
Los líderes de la UE podrían juntar el fondo de rescate actual con el nuevo
Los líderes de la eurozona se esforzaron en evitar hablar de los detalles del acuerdo, pero el primer ministro sueco, Friedrik Reinfeldt, los reveló a la prensa con la tranquilidad de no ser miembro del euro ni enfrentarse a graves problemas económicos. Según él, la única manera de rearmar a la zona del euro y evitar que la UE se vea arrastrada por la crisis es una combinación de los dos fondos de rescate y la colaboración del FMI. "Con las tres cosas juntas se lograría un refuerzo del cortafuegos que podría aumentar la confianza en los mercados financieros", aseguró.
Horas antes de la cumbre, el BCE y su presidente se negaron a activar la máquina de imprimir dinero, haciendo que se tambalease la solución más sencilla a la crisis y haciendo que cayesen las bolsas. El BCE, según Draghi, no puede utilizar un atajo como el FMI para hacer llegar dinero fresco al fondo de estabilidad. "No olvidemos que el BCE no es miembro del FMI", dijo Draghi en Fráncfort. "El mecanismo por el que el dinero se canalice hacia el EFSF no debe ocultar que tenemos un Tratado que prohíbe la financiación monetaria (con creación de dinero nuevo) a los gobiernos", aseguró, informa Ana Flores.
Draghi advirtió contra las "trampas legales" que consideran los líderes de la UE al asegurar que "los bancos centrales europeos pueden prestar dinero al FMI y que este lo use para ayudar a Indonesia. Pero si es para comprar bonos de los países del euro, no es compatible con el Tratado". "Utilizar al FMI como canal es legalmente muy complejo. Debe haber respeto al espíritu del Tratado. Tiene que estar siempre en nuestro pensamiento", insistió.
Europa podría prestar al FMI a través de los bancos centrales nacionales
La única esperanza de colaboración con la financiación del fondo que dejó abierta Draghi, fue la aprobación por el consejo de ayer de que "el BCE pueda actuar como agente del fondo de rescate en sus operaciones de mercado", es decir, cuando acuda a captar financiación privada. Draghi reconoció que la decisión se había tomado "para quitar la sensación de que el fondo no va a ver la luz". El BCE tampoco comprará bonos de forma masiva para eliminar las tensiones, dejó claro Draghi en un mensaje que no gustó a los mercados.
Los líderes de la UE continuarán hoy su reunión y esperan cerrar las conclusiones del acuerdo. A última hora de ayer, diversas fuentes apuntaban además a que el nuevo fondo de rescate podía recibir de los Gobiernos una licencia bancaria, lo que le permitiría acceder a las inyecciones de liquidez del BCE como lo hacen las entidades privadas. Fuentes alemanas citadas por Reuters negaron tal posibilidad.
Según el presidente francés Nicolas Sarkozy, la cumbre no puede fracasar. "Si no hay acuerdo, no habrá segunda oportunidad", advirtió en un discurso pronunciado en la reunión de los dirigentes conservadores. Para la canciller alemana, Angela Merkel, "las palabras por si solas no bastarán", por lo que pidió "ataduras" y disciplina económica. Entre ellas están sanciones para los países con gran gasto público, un límite al déficit en la Constitución cuya redacción sea revisada por el Tribunal la UE y la armonización de políticas como la fiscal y la laboral. "No nos sacarán de golpe de la crisis, si no que harán falta años de trabajo duro", anunció.
Merkel insiste en la disciplina fiscal y en las sanciones para los incumplidores
Según ella, las nuevas medidas de austeridad necesitan ser incluidas en el tratado de la UE, algo que requiere la unanimidad de los 27 países de la UE. Ayer, el Reino Unido, apoyado por Suecia y Finlandia, aseguró que venderá caro su apoyo. "Obviamente, necesitamos estabilidad para la eurozona, eso es bueno para los países europeos y también para Gran Bretaña", aseguró Cameron. "Pero también tenemos que proteger el interés británico", anunciando exigencias que al cierre de esta edición no habían sido satisfechas por el eje franco alemán que había advertido a Londres con dejarle fuera de juego con un nuevo tratado sólo para el euro.
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