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Los ultimos atentados suscitan el temor a un aumento de la violencia de Al Qaeda en Irak

EFE

Los atentados recientes en Irak han suscitado el temor de un posible aumento de la violencia, vinculada a Al Qaeda y especialmente dirigida contra los Consejos de Salvación, milicias tribales suníes que colaboran con el Gobierno de Bagdad.

Jefes tribales y responsables policiales advierten de que un incremento de la violencia, que había descendido en los últimos meses, a sus niveles anteriores es más que probable, a menos que se tomen medidas drásticas e inmediatas para evitar que los terroristas se trasladen de una zona a otra del país.

"La gente de la provincia de Al Anbar (en el oeste) está preocupada por el regreso de la violencia, sobre todo cuando las amenazas de la organización Al Qaeda no son seguidas de un aumento de las medidas de seguridad por parte del Gobierno", dijo a Efe el dirigente tribal de esa provincia, Maher al Duleimi.

Precisamente Al Anbar, la más grande de las dieciocho provincias iraquíes, es el lugar de nacimiento de los Consejos de Salvación que el año pasado lograron expulsar de allí a los insurgentes vinculados a Al Qaeda.

Sin embargo, hace tres días Al Anbar fue escenario de un atentado suicida que causó la muerte de catorce personas y heridas a otras quince en un restaurante en Ramadi, capital de la provincia.

"Lo que necesitamos es un Ejército regular en vez de milicias no gubernamentales para defender nuestra zona y mantener la estabilidad y la seguridad", señaló Duleimi.

Al Anbar no ha sido la única provincia que ha sufrido atentados esta semana: mientras el martes pasado la explosión de un coche bomba dejaba cuarenta muertos en Baquba, capital de Diyala, en el noroeste, 33 personas perdían la vida ayer en un ataque suicida contra el jefe de un clan en Abu Mohamed, también en Diyala.

Los tres atentados han recordado a los iraquíes la época en la que los militantes de Al Qaeda solían llevar a cabo ataques indiscriminados contra civiles inocentes en todo el país.

"Estos atentados sangrientos han traído a la memoria de los iraquíes los primeros años cuando la campaña de violencia comenzó tras la caída del antiguo régimen en 2003", apuntó a Efe Abu Mohamed Al Azawi, responsable militar del Consejo de Salvación de Miqdadiya, 110 kilómetros al noreste de Bagdad, en Diyala.

Los milicianos tribales, que se calculan en unos 90.000, se han convertido en objetivo frecuente de la insurgencia. De hecho, el considerado jefe de Al Qaeda en Irak, Abu Omar al Bagdadi ha instado a sus seguidores a que aumenten sus ataques contra "los traidores" de los Consejos de Salvación.

Para Azawi, "la violencia en Diyala está creciendo al tiempo que el abandono del Gobierno y su fracaso en cumplir las promesas de aumentar la seguridad en la provincia".

Azawi advirtió de que "a menos que se tomen lo antes posible algunas medidas, la violencia volverá sin ninguna duda, y en consecuencia se producirá una emigración (de la población) en base a criterios sectarios y comunales".

La misma opinión comparte el jefe tribal chií, Ibrahim Mahdi al Zubeidi, también preocupado por el deterioro de la seguridad en Diyala.

"Tenemos fuertes temores justificados ante la posibilidad de un retorno de la violencia y de grupos armados, en particular, militantes de Al Qaeda y forajidos, dispuestos a continuar con la campaña de asesinatos, mientras que el Gobierno no está adoptando medidas para evitarlo", dijo Zubeidi.

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