La Universidad de Sevilla rehabilita a sus represaliados

"Declarar la rehabilitación moral de los profesores, alumnos y empleados afectados por el proceso de depuración y las sanciones impuestas durante la Guerra Civil y el régimen franquista". Este es el acuerdo recogido en la Declaración sobre la Memoria Histórica aprobada ayer por unanimidad por el claustro de la Universidad de Sevilla.

La Hispalense condena así las sanciones impuestas "por motivos políticos e ideológicos" a sus miembros, entre 1936 y 1975, que conllevaron en muchos casos la inhabilitación, la expulsión de la carrera profesional y el exilio.

Con esta declaración, el máximo órgano representativo de la Universidad no sólo restablece el honor de estas personas, a quienes acoge de nuevo como miembros de la comunidad universitaria, sino que deja la puerta abierta a una futura anulación de las sanciones.

Según explica en un comunicado, la Universidad pretende satisfacer "una triple exigencia de verdad, justicia y reparación".

Por otro aldo, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, y el conseller de Interior de la Generalitat de Catalunya, Joan Saura, entregaron ayer en México a la nieta de Lluís Companys, Maria Lluïsa Gally, la declaración de reparación que considera ilegítimo el juicio sumarísimo que condenó a muerte al presidente catalán, fusilado en 1940.

Caamaño defendió que esta declaración tiene más fuerza que una eventual anulación del juicio, que es lo que persigue la Generalitat y lo que también defendió ayer la nieta de Companys.