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Un universitario catalán paga, desde 2010, un 80% más; un gallego, el 3,6

Los precios de las tasas dejan constancia de la desigualdad entre Comunidades provocada, sobre todo, por los recortes de Wert en Educación

PAULA DÍAZ

879 euros. Ese es el precio que un universitario español de primer año pagaba en 2010, de media, por un curso completo de 60 créditos. Dos años después, en el curso 2012-2013, dicha cifra se ha elevado hasta los 1.074. Estas cantidades hacen referencia al precio medio de cada crédito reflejado en el informe de Datos y Cifras del Sistema Universitario Español del Ministerio que preside José Ignacio Wert, un documento en el que se ponen de manifiesto las desigualdades entre Comunidades Autónomas, que han ido en aumento, sobre todo, desde que comenzaron los recortes en Educación.

Así, en los dos últimos cursos escolares, los estudiantes matriculados en Catalunya han visto aumentar los precios públicos un 79,4% mientras en Galicia sólo se ha incrementado un 3,6% el precio del crédito. Entre estas dos regiones, la que más y la que menos han inflado el coste de la matrícula, respectivamente, los porcentajes varían considerablemente entre el 5 y el 8% de Euskadi, La Rioja, Extremadura, Cantabria, Aragón y Andalucía y el 43,4% del País Valencià, el 45 de Madrid, el 47,2 de Canarias o el 51,4% de Castilla y León. El resto de autonomías oscilan entre el 15 y el 25% de incremento y la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia), que subió los precios un 10%.

La mayor parte del incremento se produjo entre el curso 2011-2012 y el recién terminado 2012-2013. ¿El motivo? El empeño de Wert en subir las tasas para que los alumnos paguen, más o menos, la mitad de lo que cuestan sus estudios al Estado. ¿Las consecuencias? El alargamiento de los años de estudio de muchos universitarios o la expulsión de algunos de ellos del sistema

Hasta entonces, los estudiantes de la mayoría de las universidades públicas pagaban una media del 15% del coste del puesto universitario en concepto de tasas y el Estado sufragaba el 84% restante. Pero en abril de 2012, el Gobierno propuso a las autonomías que los alumnos paguen hasta un 25% en la primera matrícula de títulos de grado y másteres, y el Estado, un 75%. Los estudiantes pagan ahora entre el 30 y el 40% de la segunda matrícula, entre el 65 y el 75% de la tercera; y asumen entre el 90 y el 100% de la cuarta.

Ello supone que un catalán que se haya matriculado por primera vez en una carrera con 60 créditos de un curso completo pagó el curso pasado más de 2.000 euros. El gallego, sólo 700. Casi tres veces menos que en el lado opuesto de la Península. En el caso de las cuartas (y sucesivas) matrículas, las que más han sufrido las subidas, los precios se disparan hasta los 120,7 euros por crédito de Catalunya, los 113,8 de Navarra o los 113,5 de Madrid. De nuevo Galicia y Euskadi son las autonomías donde menos se ha notado el ataque a los repetidores: 33,9 y 25,3 euros por crédito, respectivamente.

En cuanto a las desigualdades entre regiones, estas fueron previsibles desde las declaraciones del ministro de Educación en septiembre de 2012, cuando manifestó en el Congreso que 'es competencia de las comunidades revisar las tasas'. Así, Wert eludió su responsabilidad al respecto asegurando que el Gobierno 'simplemente ha facilitado un instrumento' para que cada una de ellas decida si lo hace.

La situación no parece mejorar para el próximo curso 2013-2014, en el que la mayoría de las autonomías ha decidido congelar los precios públicos de matrícula universitaria o, como mucho, subirlos sólo en función del IPC. ¿La excepción? Madrid, donde Lucía Figar ha obligado a los rectores a incrementar el coste de las tasas un 20% y, con ello, a encarecer las primeras matrículas entre 250 y 350 euros. Los afectados, por su parte, ya preparan un otoño caliente para protestar por ello, así como por el endurecimiento de los requisitos para las becas que se ha llevado a cabo, también en los dos últimos años.

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