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El uruguayo Viñoly crea en Inglaterra un innovador espacio teatral

EFE

Leicester (R.Unido).- El arquitecto uruguayo Rafael Viñoly ha creado en Leicester (centro de Inglaterra) un espacio teatral innovador y democrático que elimina el espacio entre bambalinas y desentraña sus secretos.

Bautizado "The Curve" por su forma curva, el edificio, con una elegante fachada de cristal de 24 metros de altura, dividida horizontalmente por alerones, acoge un bloque central con dos auditorios - uno con capacidad para 750 personas- y otro, para 350, situados a ambos lados del escenario y al nivel de la calle.

Un sistema de paredes y telones que suben y bajan a voluntad permite colocar a la audiencia en distintas configuraciones y posibilita un uso más flexible del teatro para producciones convencionales o más ambiciosas técnicamente.

"Se ha tratado de darle la vuelta al teatro como un calcetín para hacerlo totalmente accesible tanto mental como físicamente", explica a Efe Paul Kerryson, su director artístico, que ha colaborado con Viñoly en la concepción del revolucionario espacio.

"Queríamos un teatro abierto, sin muros de separación, que pudiese además adecuarse a todo tipo de espectáculos, como el circo o, llegado el caso, los deportes", agrega Kerryson, que ha dirigido famosos musicales y obras de teatro a lo largo de su carrera.

Los actores se topan directamente con el público al salir de los camerinos, y los espacios de producción tienen también paredes de cristal, lo que convierte todo lo que ocurre en el teatro en parte visible del espectáculo.

Rafael Viñoly se mostró desde un principio entusiasmado con la idea de hacer el teatro totalmente transparente, según explica, a Efe el propio arquitecto.

"Mi padre era director de teatro, y siempre estaba el problema de la división entre esos dos mundos: lo que ocurre en escenario y lo que sucede entre bambalinas", agrega.

"El desafío - dice Viñoly- era posibilitar la máxima interacción entre los actores y la audiencia, convertir la experiencia teatral en una experiencia colectiva".

El arquitecto reconoce que el teatro es "ilusión" y "magia" y señala que conocer sus entresijos es "como cuando un mago explica en qué consiste el truco que acaba de hacer", lo que no significa en ningún caso que el que le escucha vaya a ser capaz de reproducirlo.

"Hay que preservar el mito, pero también es preciso recrearlo sobre la base de nuevas ideas que se basan en el conocimiento y la crítica porque lo contrario es una manipulación como la de la Iglesia, que necesita siempre de misterio", dice Viñoly.

En relación con el carácter innovador del espacio teatral que ha creado, el arquitecto afirma que "lo fundamental es repensar ciertas cosas que parecen inmutables" porque muchas veces "da la impresión de que se hacen cosas nuevas (en arquitectura), pero lo único nuevo es la forma".

"Siempre me interesó renovar el esquema de autoridad y jerarquía del pasado", dice el arquitecto, según el cual desde los años treinta del siglo pasado prácticamente no ha habido ninguna innovación importante en la concepción del espacio teatral.

Tras su inauguración, el pasado fin de semana con un espectáculo heterogéneo, que combinaba números acrobáticos y circenses con danzas asiáticas y el gospel, destinado a demostrar las infinitas posibilidades técnicas del teatro, "The Curve" acogerá importantes espectáculos en la temporada que comienza ahora.

Después del estreno mundial de un musical navideño titulado "Simply Cinderella", basado en el cuento de la Cenicienta y coreografiado por Adam Cooper, se presentará la versión escénica de la novela de William Golding "El Señor de las Moscas".

Seguirán el espectáculo de teatro danza IN-I, con la actriz francesa Juliette Binoche y el coreógrafo Akram Khan, en el que han trabajado también el escultor Anish Kapoor y el compositor Philip Sheppard, y la inquietante obra teatral "The Pillowman", de Martin McDonagh, sobre la suerte de un escritor detenido en un estado totalitario.

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