Este artículo se publicó hace 14 años.
Varios padres envían mensajes a sus hijos fallecidos en "barquitos de papel virtuales"
Sobre una fotografía del mar, con un faro al fondo, un grupo de barquitos de papel navegan por la red con un mensaje que cualquier internauta puede leer y que sus autores utilizan como método para sobrellevar su gran pérdida.
Los mensajes son lanzados al mar virtual por padres que han perdido a sus hijos y que están aprendiendo a integrar esta dolorosa experiencia en su vida, pero sin olvidar.
"Te queremos campeón", "Cuida la salud de papá, amor mío, mi karlitos, para que yo me fortalezca. Te quieroooo", "Hola gordi, como me gustaría poder abrazarte, no dejes de volar" son algunos de los mensajes que navegan por la red.
Todas estas frases tan personales están en la web de la asociación Renacer, uno foro de internet creado para que los padres que han perdido a sus hijos compartan su experiencia y se ayuden mutuamente para superarla.
"Los barquitos de papel es una de las herramientas que utilizamos para desahogarnos o para romper el hielo. Es muy importante expresar las emociones, para aprender a vivir sin la persona querida", ha explicado a Efe la portavoz de Renacer Begoña Guerra, que perdió a su hija hace más de diez años y ahora, por fin, se siente suficientemente fuerte para ayudar a otros padres.
Renacer es una asociación laica y sin ánimo de lucro que nació en Argentina hace veinte años y que se ha extendido por todo el mundo.
En la red también hay otros foros semejantes, como Vivir la Pérdida, que cuenta con una página web, o el Grupo Ave Fénix, que tiene una página en Facebook, pero todos ellos tienen el mismo objetivo, ayudar a sobrellevar la pérdida y evitar que "el dolor acabe sepultando a toda la familia", según Guerra.
Según los datos recogidos por Renacer, un 20 por ciento de los padres que pierden a un hijo no llega a superarlo nunca y un porcentaje "altísimo" de las parejas acaban separándose.
"La muerte de un hijo o una hija es una de las experiencias más duras, difíciles y dolorosas que puede sufrir un ser humano. Los padres se sienten responsables de la protección de sus hijos, y su pérdida suele ser vivida como un fracaso y con una gran culpabilidad", señalan los autores de www.vivirlaperdida.com
"Es frecuente que uno de los miembros de la pareja piense que el otro es de alguna manera responsable de la muerte. Esto se puede traducir en reproches continuos o en sentimientos de impaciencia e irritabilidad hacia el otro", añaden.
"No puedes permitir que tu hijo se convierta en el verdugo de tu vida, al contrario, tienes que convertirlo en tu maestro, aunque resulte difícil", afirma Begoña Guerra.
En el foro de Renacer, las personas que han perdido un hijo relatan sus historias. Todas son tremendamente íntimas, pero hay muchos puntos en común entre ellas.
"Durante los primeros meses es habitual somatizar la pérdida y tener alteraciones del sueño y del apetito, vómitos, mareos, taquicardia y temblor", aclaran los expertos de Vivir la Pérdida.
Después se van quemando etapas, "todas ellas muy dolorosas", según Guerra, que menciona "la época de negación, la de aturdimiento, la de rabia, la de tristeza, la de angustia, la de culpabilidad, la de soledad..."
"El día del entierro la gente se vuelca contigo, pero después desaparecen", dice Ana en el foro de Renacer. "En realidad huyen de ti porque no saben qué decirte", añade Carlos.
Afortunadamente, hay personas que saben lo que hay que decir y pueden ayudar mucho, como es el caso de María José Brito, que tras la muerte de su hijo Hugo escribió "Amarga lluvia" y ahora acaba de publicar "Aromas de una ausencia", donde recoge sus reflexiones tras un años sin su hijo.
Su conclusión es que "el primer año no inmuniza, sino que tan sólo es el primero del resto de la vida. (...) Tras la pérdida de un hijo hay que seguir viviendo, hay que aprender a hacerlo, incorporando a ese vivir diferente aromas de una ausencia".
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