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Varsovia vive su primera fiesta homosexual tras el fin de los gemelos Kaczynski

EFE

La bandera arco iris se apoderó hoy del centro de Varsovia, donde unas cinco mil personas salieron a la calle para demostrar que la homosexualidad también es una opción normal en Polonia, mientras que un fuerte dispositivo policial evitó que los grupos de extrema derecha reventasen una jornada festiva.

Atrás quedan los días en los que los gemelos Kaczynksi, Lech y Jaroslaw, dominaban con su radicalismo la escena política polaca, donde el gobierno investigaba la orientación sexual de los Teletubbies o se afirmaba públicamente que la homosexualidad es una práctica antinatural.

Un cambio político que, sin embargo, no impide que todavía haya muchos polacos reticentes a permitir que las organizaciones de gays y lesbianas se manifiesten públicamente.

"Primero pedirán manifestarse y luego exigirán derechos civiles como el matrimonio o la adopción de niños", explicó hoy en la cadena de televisión TVN Konrad Bonislawski, portavoz de la organización ultraconservadora "Juventud de Polonia" ("Mlodziezy Wszechpolskiej"), quien se refirió a los homosexuales como "unos desviados".

Lo cierto es que, más allá de los platós de televisión, Polonia sigue siendo uno de los países de la UE más homófobo, aunque como admitían hoy algunos de los activistas que recorrieron las calles de la capital polaca, "las cosas han mejorado mucho en los últimos años y la gente es cada vez más tolerante".

Sólo unos metros más allá, un centenar de jóvenes, algunos casi niños, portando banderas polacas y pancartas en las que gráficamente se rechazaba la sodomía, coreaban consignas contra la homosexualidad y a favor de la familia formada por hombre y mujer.

"Somos polacos y hemos venido aquí para reclamar una Polonia sin homosexuales, fuerte y limpia", aseguró a EFE Bartolek, un tipo escondido tras una barba tupida, que agitaba al paso del desfile gay un cartel en el que se leía "Eurosodoma no es el futuro".

"No queremos ser como España, un país en el que la homosexualidad es tan fuerte", aseguraron otros adolescentes vestidos con camisetas con mensajes homófobos, que increpaban con furia a los participantes en la marcha.

"Nosotros nos hemos reunido aquí para salir a la calle y luchar contra la discriminación que todavía sufrimos los gays, lesbianas y transexuales de este país, por eso hemos organizado este día de fiesta", explicó a EFE Tomasz Szypla, de la organización Campaña contra la Homofobia.

A diferencia de otras ocasiones, el desfile se desarrolló sin incidentes significativos, entre la música, los globos multicolores, los insultos de una minoría y la gran indiferencia de la mayoría de varsovianos, que se dedicaron a disfrutar de un día de sol en familia.

La marcha finalizó frente al palacio del Gobierno, donde los participantes protestaron contra lo que consideran una política discriminatoria que, en su opinión, no hay cesado tras la derrota de Jaroslaw Kaczynski y su partido Ley y Justicia (PiS), que perdió las últimas elecciones del pasado mes de octubre.

En una reciente entrevista con EFE, el actual primer ministro de Polonia, el liberal Donald Tusk, indicó su desacuerdo con el matrimonio entre homosexuales, una posición respaldada por la inmensa mayoría de la población, según los últimos sondeos.

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