La última encuesta del Euskobarómetro revela que la ruptura del alto el fuego y la vuelta a la actividad terrorista han puesto de manera "unánime" a la sociedad vasca en contra de ETA, incluso ha crecido el rechazo a la violencia entre la izquierda abertzale, "donde ha conseguido desgastar a sus apoyos".

La última oleada del estudio de opinión elaborado por la Universidad del País Vasco, mediante 1.200 entrevistas realizadas del 22 de octubre al 16 de noviembre, evidencia la desconfianza de la mayoría de los vascos en las intenciones de los terroristas de poner fin a la violencia, ha explicado hoy el director del informe, el catedrático Francisco Llera.

Por primera vez, los vascos suspenden al lehendakari en su valoración a los líderes políticos (4,9 puntos) y ahora es Josu Jon Imaz el político más valorado y el único que aprueba con cinco puntos, después de que en setiembre anunciara públicamente su renuncia al cargo de presidente del PNV.

Tras ellos se sitúan el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza (4,5), y el líder de Aralar, Patxi Zabaleta, junto a la ex presidenta de EA, Begoña Errazti (4,2).

Además, los vascos se muestran desorientados en torno a la propuesta de consulta de Juan José Ibarretxe y un 45 por ciento opina que traerá "más división e inestabilidad" al país, frente al 28 por ciento que piensa que aportaría más tranquilidad a la sociedad vasca.

Un 57 por ciento de los ciudadanos cree "imprescindible" que cualquier reforma del autogobierno mantenga como mínimo el consenso que logró el Estatuto de Gernika y un 52 por ciento considera que cualquier cambio debe respetar la Constitución española.

Sin embargo, el 45 por ciento de los vascos -la mayoría votantes de partidos nacionalistas- dice que apoyaría que las instituciones vascas convocaran el referéndum anunciado por el lehendakari aun en contra de las previsiones constitucionales, frente a un 30 por ciento de los ciudadanos que estaría en contra y un 19 por ciento al que le resulta indiferente.

La encuesta confirma el aumento de la confianza en el régimen autonómico, situada en un 39 por ciento, frente a la "minoría secesionista" o independentista, que retrocede hasta el 27 por ciento, y también crece ligeramente el sentimiento no nacionalista, que manifiesta sentir un 51 por ciento de los vascos, frente al 42 por ciento que dice ser nacionalista.

El informe revela el malestar de los vascos sobre las actuaciones judiciales contra la izquierda abertzale, un 49 por ciento rechaza el encarcelamiento de la Mesa Nacional de Batasuna, y un 58 por ciento se manifiesta en contra de la posible ilegalización de EHAK y ANV.

La vuelta de ETA ha generado además la desconfianza de los vascos en que la organización vaya a abandonar la violencia como vía para lograr objetivos políticos y acepte las reglas del juego democrático.

Un 56 por ciento se muestra contrario a que haya contrapartidas políticas si la organización se compromete a abandonar las armas y la mayoría está convencida de que el Gobierno del PSOE llegó a acuerdos políticos durante el proceso de diálogo con ETA.

Llera advirtió de la división creada en el seno de la izquierda abertzale, en la que "la reacción" en contra de ETA "ha sido mucho más rápida que al romperse la tregua de 1999".

El sondeo confirma que los primeros atentados tras la ruptura del alto el fuego situaron a la violencia como la primera preocupación para el 21 por ciento de los vascos, por delante de la vivienda y el desempleo, y conllevaron la caída en picado del optimismo que habían manifestado sentir los encuestados el año pasado.