Miles de fieles asistieron el domingo a una misa al aire libre en Varsovia para la beatificación de un sacerdote polaco y activista anticomunista asesinado por la policía secreta en 1984.

La misa, realizada por el delegado papal arzobispo Angelo Amato en una plaza del centro de Varsovia, llevó al padre Jerzy Popieluszko, una figura clave del movimiento anticomunista Solidaridad, un paso más cerca de la santidad.

"(Popieluszko) tipificó la verdad, honestidad, amor y libertad de conciencia, pero el sistema del mal no aceptó tales valores, así que fue acosado, atormentado, torturado y asesinado", dijo Amato durante el servicio.

"Las fuerzas del desprecio no tenían respeto por la vida humana y arrojaron su cuerpo como el cadáver de un animal", sostuvo.

La congregación, estimada a entre 130.000 y 140.000 personas, incluyó grupos en trajes tradicionales, mineros con uniformes negros, soldados, monjas y ex miembros de Solidaridad.

Importantes líderes polacos incluyendo al primer ministro Donald Tusk, y también a los candidatos presidenciales Bronislaw Komorowski y Jaroslaw Kaczynski rezaron frente a un altar que tenía el lema de Popieluszko: "superar el mal con el bien".

Durante la ley marcial desde 1981 a 1983, Popieluszko se convirtió en un ícono de la oposición y miles acudían a escuchar sus sermones. El sacerdote de 37 años fue secuestrado, torturado y asesinado y su cuerpo arrojado al río Vistula.

El proceso de beatificación, un paso necesario en el camino a la santidad, comenzó en 1997 pero fue acelerado el pasado diciembre, cuando el papa Benedicto XVI decidió que Popieluszko podía ser considerado un mártir.

La ceremonia continuará con una procesión de 12 kilómetros a través de la ciudad al suburbio sureño de Wilanow, donde sus restos serían consagrados en la iglesia de la divina providencia.