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Veintidós países de la UE envían un mensaje político "fuerte" de apoyo a la PAC

EFE

Veintidós países de la Unión Europea (UE) enviaron hoy desde París un mensaje político "fuerte" para apoyar una Política Agrícola Común (PAC) que garantice la independencia alimentaria europea, la estabilidad de ingresos para los agricultores y el cuidado del medio ambiente, más allá de 2013.

El texto recoge la necesidad de garantizar la "seguridad alimentaria", tanto en términos de abastecimiento como de sanidad, garantizar unos "ingresos estables a los agricultores de cara a la creciente volatilidad de los mercados" y tener en cuenta la "protección del medio ambiente y del bienestar animal".

"En este momento de entrada de una nueva Comisión es bueno lanzar un mensaje político de mucho peso (...) de defensa de la política agrícola común y de su futuro", explicó a Efe el secretario de Estado de Medio Rural y Agua, Josep Puxeu, representante español en la reunión.

Si algo "funciona bien, ¿para que ir a estropearlo?" se preguntó retóricamente Puxeu, quien subrayó que el agroalimentario es el primer sector industrial europeo y satisface las demandas de abastecimiento y de calidad de los productos, por lo que se trata de "perfeccionar la PAC en el escenario 2013-2020".

"Al menos digámosles (a los agricultores) que hasta el 2013 no vamos a enredar la madeja y que vamos a buscar un escenario de continuidad 2013-2020", afirmó.

En la misma línea se expresó en conferencia de prensa el ministro francés de Agricultura y anfitrión de la reunión, Bruno Le Maire, quien aseguró que estos 22 países buscan una "PAC fuerte" y que el acuerdo alcanzado hoy es una llamada "con gravedad pero con mucha serenidad".

Uno de los puntos más "sutiles" del texto es la línea que recoge que "la agricultura no sabría ser una variable de ajuste", señaló el secretario de Estado español.

"La agricultura tiene que ser competitiva, pero no puedes dejarla sola en el mercado porque si no nos podemos encontrar con problemas como el de hace año y medio, sin abastecimiento de cereales, o como el de este año, con un problema de abastecimiento en el mercado de la leche, espectacular".

Por ello, indicó Puxeu, deben existir "mecanismos de intervención", además de "mecanismos de contratación" y reciprocidad con terceros países en elementos de competitividad, especialmente en el ámbito de la seguridad alimentaria.

Por ahora, los firmantes del acuerdo de París "rechazan radicalmente" entrar en el debate de cifras porque primero hay que definir el objetivo político de la futura política agrícola común.

"Se necesita un presupuesto importante, suficiente para cubrir todas esas demandas políticas", señaló Puxeu, quien prefiere que la reflexión se haga en sentido inverso: contemplar cuáles son las necesidades y después ver cuánto cuesta satisfacerlas.

El sector agroalimentario es responsable de 31 millones de puestos de trabajo en la Unión Europea, un 14 por ciento de la población activa de los Veintisiete, y genera unos ingresos de 800.000 millones de euros anuales.

En España, la facturación del sector alcanza los 100.000 millones de euros y da trabajo a 300.000 personas, recordó Puxeu.

El secretario de Estado explicó que "de alguna manera se paró la 'comunicación' de la Comisión (saliente), que basaba el futuro de la PAC en un recorte de presupuesto", gracias a una batería de encuentros, discusiones y reuniones que se inició durante la presidencia checa de la UE, en el primer semestre del año.

Las discusiones continuarán durante la presidencia que ostentará españa a partir del próximo mes de enero, explicó Puxeu, quien adelantó que "se producirán avances muy importantes" en ese período y que Bélgica sucederá a España en la presidencia y está dispuesto a continuar con la misma línea estratégica.

"En presidencia española, España va a tomar el protagonismo en política agraria", con un "núcleo potente de discusión" constituido principalmente por Francia, Italia y Alemania, pero sin exclusión, añadió.

Los principales objetivos de la presidencia española pasan por abrir el marco del debate a holandeses, británicos y daneses (que junto con los malteses y los suecos no firmaron el texto de París) y hacer "pedagogía" en la nueva Comisión.

Al responsable español le consta que Dinamarca y Holanda coinciden en gran parte con las líneas planteadas en París.

Con el Reino Unido, explica, hay "coincidencias importantes y habrá divergencias cuando tratemos temas como las cuestiones presupuestarias".

"Pero ahí tampoco pasa nada porque (...) también hablaremos del cheque británico. Es muy fácil decir que hay que desmantelar la PAC y me quedo con el cheque", en alusión al mecanismo establecido en 1984 y que permite compensar al Reino Unido por su elevada aportación al presupuesto en comparación con lo que se beneficia de las políticas comunitarias.

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