Los controladores de tráfico aéreo franceses iniciaron una huelga el martes, en momentos en que los pilotos de la aerolínea alemana Lufthansa acordaron suspender un paro hasta el 8 de marzo.

"Por supuesto que se tarda algo de tiempo hasta que los aviones estén de vuelta en todas las 200 localizaciones que comprende la red Lufthansa a nivel mundial y las tripulaciones necesitan ser reubicadas también", dijo Klaus Walther, portavoz de Lufthansa, a Reuters TV el martes.

Los viajeros también están esperando noticias sobre cuándo irá a la huelga la tripulación de cabina de British Airways, después de que el sindicato Unite votara el lunes a favor de acciones de protesta contra los recortes de costes.

British Airways quiere que tres cuartas partes de su tripulación acepten una congelación en los sueldos este año, junto con otras medidas para recortar costes.

Es el segundo intento del sindicato de tomar medidas después de que un tribunal obligara a los trabajadores a abandonar los planes de una huelga de 12 días en el período de Navidad, que habría afectado a un millón de viajeros.

La huelga de pilotos de Lufthansa, que se suponía que iba a durar hasta el jueves, provocó que cerca de 900 vuelos se cancelaran el lunes, lo que causó un caos en los viajes y dejó a miles de viajeros varados.

Los trabajadores temen que la aerolínea, que pretende recortar 1.000 millones de euros en costes para 2011, quiera expandir las unidades extranjeras reduciendo al mismo tiempo "Lufthansa-Classic", porque los pilotos y la tripulación de cabina cobran menos dinero fuera de Alemania.

En una audiencia judicial, Lufthansa y el sindicato de pilotos Vereinigung Cockpit (VC) acordaron el lunes tratar de resolver sus diferencias, después de que la firma pidió al tribunal ayuda para frenar la huelga.

En Francia, las aerolíneas tuvieron que cancelar la mitad de los vuelos de corta y media distancia en el aeropuerto Orly, en París, y una cuarta parte del mismo tipo de vuelos en el aeropuerto internacional Charles de Gaulle, por la huelga.

Los sindicatos franceses han convocado una huelga de cinco días en protesta contra los planes de modernizar el tráfico aéreo, firmado por Alemania, Bélgica, Francia, Luxemburgo, Holanda y Suiza. Los sindicatos temen que las reformas conlleven despidos.