El viento dio una tregua hoy a los bomberos que trabajan para extinguir el incendio en Santa Bárbara, al sur de California, que causó diez heridos, docenas de casas quemadas y más de 13.000 evacuados, informaron las autoridades.

Las llamas que arrasaron más de 600 hectáreas de una zona de monte salpicada por viviendas de lujo continúan sin embargo fuera de control.

La previsión meteorológica anunciaba para la tarde de hoy rachas de viento superiores a los 80 kilómetros por hora y temperaturas cercanas a los 40 grados, pero finalmente la situación fue menos severa de lo que se esperaba, lo que permitió reorganizar las tareas de extinción.

Desde que se desató el fuego el pasado martes una decena de bomberos han resultado heridos de diversa consideración y tres de ellos tuvieron que ser ingresados en la unidad de quemados del hospital de Sherman Oaks, en Los Ángeles, con quemaduras de segundo y tercer grado.

Alrededor de 1.400 bomberos trabajan en las tareas de extinción apoyados por más de una docena de unidades aéreas.

El gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, declaró el miércoles el estado de emergencia para la zona afectada por el fuego, un área de montaña baja y vegetación salpicada por lujosas viviendas.

Sin embargo, las autoridades no levantaron la alerta ni avisaron de que un repentino empeoramiento del incendio podría obligar a evacuar a otras 13.000 personas.

Schwarzenegger cifró hoy en docenas el número de casas arrasadas, aunque el denso humo y la distribución de los inmuebles impidieron precisar el número exacto de estructuras afectadas.

Hasta el momento 5.400 viviendas tuvieron que ser desalojadas.

Santa Barbara es un condado costero flanqueado por una pequeña cadena montañosa, lugar de descanso de famosos de Hollywood y conocido por sus viñedos.

En 2008 otro incendio en la zona destruyó más de 200 edificaciones.

El fuego también está afectado a áreas rurales del estado de Arizona y el sur de Nuevo México.