Público
Público

Villepin ataca a Sarkozy al inicio de su juicio por difamación

Reuters

El ex primer ministro francés Dominique de Villepin lanzó el lunes un duro ataque contra el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en el primer día del juicio en el que se le acusa de conspirar para difamar a su entonces compañero de gabinete antes de las elecciones presidenciales de 2007.

Villepin se arriesga a una condena de cinco años de cárcel si es declarado culpable en un caso que tiene todos los ingredientes de un "thriller" picante: documentos falsificados, espías y enemigos acérrimos.

Él niega haber cometido cualquier ilegalidad y el lunes trató de darle la vuelta a la acusación, al decir que su entonces compañero en el gobierno de centroderecha del entonces presidente Jacques Chirac, y de estar obsesionado con el caso, el llamado "asunto Clearstream".

"Estoy aquí por la voluntad de un hombre. Estoy aquí por el ensañamiento de un hombre, Nicolas Sarkozy, que también es presidente de la República", dijo Villepin a la prensa al llegar al tribunal junto a su mujer y sus tres hijos. "Saldré libre y con mi nombre limpio".

En aquellos años, este antiguo diplomático de sangre azul y el beligerante Sarkozy no ocultaron su hostilidad.

Villepin está acusado de haber intentado que unos documentos falsificados fueran utilizados en una investigación sobre corrupción judicial con el objetivo de desacreditar a Sarkozy, cuando ambos se posicionaban para sustituir al veterano Chirac en las elecciones presidenciales de 2007.

Pero él responde que es víctima de una injusticia, acrecentada porque el presidente está en el juicio como acusación particular. El lunes sus abogados pidieron que los jueces no admitan la presencia de Sarkozy, argumentando que es incompatible con su cargo de jefe de Estado.

INFORMANTE ANÓNIMO

El "asunto Clearstream" saltó a los medios de comunicación en 2004, cuando un juez que investigaba un caso de corrupción relacionado con una venta de armas a Taiwán, recibió unos documentos enviados por un informante anónimo que implicaba a varios nombres conocidos en el asunto, entre ellos Sarkozy.

Entre los documentos había una larga lista de cuentas, al parecer en la institución bancaria con sede en Luxemburgo Clearstream, y se sugería que estaban vinculados con Taiwán, así como varios grupos delictivos, como la mafia rusa. Pero rápidamente se descubrió que eran falsos, y la investigación pasó a centrarse en quién estaba detrás de la falsificación.

El informante fue identificado como Jean-Louis Gergorin, un antiguo directivo del grupo aeroespacial EADS con vínculos cercanos con los servicios secretos franceses. Otro antiguo empleado de la empresa, un ex agente de Bolsa y especialista informático llamado Imad Lahoud, está acusado de falsificar la lista. Ambos también están siendo juzgados.

Los fiscales creen que Villepin, que fue ministro de Asuntos Exteriores y luego de Interior en aquella época, dirigió a Gergorin a enviar los documentos al juez de manera anónima, aunque sabía que eran falsos, con el objetivo de perjudicar a Sarkozy.

Sin embargo, su rival no se vio afectado por el escándalo y ganó cómodamente las elecciones presidenciales de 2007. Villepin se retiró de la política y ahora ejerce de abogado.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias