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Vivir cerca de espacios verdes puede alimentar cuerpo y alma

Reuters

Quienes viven cerca de espacios verdes pueden sufrir menos problemas de salud, especialmente depresión y ansiedad, que quienes habitan en zonas rodeadas de cemento, según un estudio llevado a cabo en Holanda.

La investigación del Centro Médico de la Universidad VU en Ámsterdam, realizada en más de 300.000 adultos y niños holandeses, halló que quienes viven cerca de "espacios verdes" tienden a tener unos índices más bajos de 15 dolencias diferentes.

Hallaron que esa asociación fue especialmente clara en lo que respecta a depresión y ansiedad, lo que sugiere que tomarse un respiro frente al estrés y el bullicio de la vida urbana puede ser una razón importante para beneficiarse de los espacios verdes.

Estudios anteriores han demostrado que las personas que viven en ambientes más verdes tienden a presentar una mejor salud a nivel subjetivo.

Sin embargo, este estudio, publicado en el Journal of Epidemiology and Community Health, es el primero que usa datos objetivos sobre diagnósticos específicos de salud mental y física, dijo la doctora Jolanda Maas a Reuters Health.

Los datos se basan en la constatación de que los espacios verdes tienen un efecto positivo en la salud y que es "más que simplemente un bien de lujo", dijo Maas.

Ella y sus colegas reunieron información a partir de registros médicos electrónicos de 345.143 pacientes de aproximadamente 200 médicos de familia, y usaron una base de datos de terrenos para estimar los espacios verdes en los distintos barrios.

En general, según el estudio, una mayor cantidad de espacios verdes en un radio de un kilómetro de casa estuvo relacionada con pequeñas reducciones en los riesgos de sufrir problemas de salud como enfermedades cardíacas, diabetes, dolor crónico de cuello y espalda, asma y migraña.

La conexión principal se apreció en los casos de depresión y ansiedad.

Entre las personas que vivían en áreas con un 90 por ciento de superficies verdes, por ejemplo, sólo algo más del dos por ciento fue diagnosticado con depresión, frente a algo más de tres por ciento de quienes habitaban en zonas con un diez por ciento de superficie verde.

Maas y sus colegas sugirieron que unos ambientes rodeados de más naturaleza podrían tener potenciales efectos positivos sobre la salud por varios motivos, como el de una mejor calidad del aire y más oportunidades para hacer ejercicio.

Sin embargo, añadieron los investigadores, la relación entre depresión y ansiedad sugiere que la reducción del estrés y una posibilidad más reducida de "fatiga en la atención" podría ser especialmente importante.

El estudio también halló que la relación entre espacios verdes y salud fue particularmente importante entre los niños y los grupos con menos ingresos, lo que, según especulan los investigadores, podría deberse a la tendencia de estos grupos a pasar buena parte de su tiempo cerca de casa.

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