Este artículo se publicó hace 13 años.
El Estado y la banca necesitan 90.000 millones en cuatro meses
El país concentra hasta abril importantes vencimientos de deuda pública y privada con los mercados en máxima tensión
Cuatro meses en tensión. 120 días bajo vigilancia. Es lo que toca. Entre enero y abril de 2011, con los mercados desquiciados por los rescates y rumores de rescate a países europeos, España tiene que devolver 90.900 millones. Son vencimientos de deuda del Estado (49.220 millones), de bancos (26.991 millones), del resto de empresas del Ibex (2.400 millones) y de las cajas (12.294 millones).
Títulos de muy diverso tipo y plazo, pertenecientes a emisores con más o menos fortaleza pero que tienen en común no sólo que obligan a endeudarse de nuevo para devolver la inversión, sino que es España quien pide, el país que han puesto como frontera entre la vida y la muerte del euro.
No va a ser fácil. Ni barato. El número de vencimientos acumulado es alto y los inversores a largo plazo no dejan de pedir señales que les quiten el miedo y ahuyenten a los especuladores. ¿Es para asustarse? Aparentemente, no. Hay instrumentos y motivos suficientes para que cuando llegue la primavera salga el sol. Para los expertos consultados por Público, el riesgo de que España necesite un rescate para pagar su deuda como el que se diseñó para Grecia o Irlanda es nulo.
José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, aunque reconoce que "la percepción es muy negativa y va a costar hacer la refinanciación", también se muestra "convencido de que no va a haber ninguna insolvencia, ni pública ni privada. El Tesoro Público está teniendo problemas por los tipos de interés que le piden, no en las cantidades". La demanda duplica lo adjudicado, lo que significa que el mercado no tiene duda sobre el atractivo de la deuda española.
Además, "ningún otro país va a utilizar el plan de ayuda" tal y como se pensó para Grecia o Irlanda, añade Díez en línea con un alto cargo de una gran caja que asegura que "la UE va a tomar todas las medidas para que no haya que intervenir a España", informa Virginia Zafra.
Al margen de que este país no necesita el rescate, "se ha demostrado que es un último cartucho para suicidarse, todos los que lo han pedido están peor", explica Díez. "Por eso Europa lo quiere cambiar. El diseño actual estigmatiza".
Fuentes del Ministerio de Economía se muestran también tranquilas con el futuro. "Hemos pasado un año muy volátil y hemos tenido una demanda muy buena. No creemos que 2011 tenga que ser más difícil", explican. Están convencidos de que en el mercado hay liquidez, dinero a la caza de una buena inversión. "Sólo hay que buscarla". Títulos en dólares, emisiones a medida, nuevos compradores en Asia y Oriente Medio son algunas de las posibilidades.
China dio recientemente un buen espaldarazo a la confianza en España cuando Li Keqiang, su viceprimer ministro, aseguró en su visita a España que seguiría comprando deuda española. José Carlos Díez asegura que "ya es el principal comprador de bonos. El bono de EEUU paga el 2% y las perspectivas del dólar no son buenas. La única alternativa es Europa. En China consideran que España no va a suspender los pagos de su deuda y se la compran porque el interés es mucho más atractivo".
Otras fuentes que asesoran al Gobierno aseguran que "la entrada de los mercados asiáticos no será gratuita, pedirán algo a cambio. Esto puede ser un problema para Alemania, que vive de las exportaciones al resto de Europa, si el acuerdo (de estos países) con China incluye compras al país asiático. Eso habría provocado el cambio de actitud alemán, más proclive ahora a ayudar a Portugal y España", informa Pilar Blázquez.
En cuanto a los vencimientos privados, Díez vuelve a distinguir entre bancos y cajas. Los mercados están otra vez cerrados para dar liquidez a la banca española, aunque los dos grandes (Santander yBBVA) han podido emitir y Bankinter logró el pasado viernes colocar 500 millones. Eso sí, a un precio muy caro (3,10 puntos porcentuales por encima del Euríbor frente a los 2,25 puntos de los dos grandes, que ya pagaron sobreprecio).
Pero pese a estas dificultades, para la banca "no hace falta un nuevo plan de ayuda. Ya tienen uno que se llama Banco Central Europeo (BCE)". La autoridad monetaria de la zona del euro mantiene la subasta trimestral ilimitada, la llamada barra libre de liquidez. La última por el momento está convocada para marzo, lo que garantiza financiación hasta junio. Para prestar el dinero solicitado, el BCE pide determinados activos como aval. No todo vale, pero en Intermoney han "hecho el cálculo y todas las entidades españolas tienen activos válidos suficientes para apelar al BCE y atender todos sus vencimientos de 2011".
La banca española "tiene ahora mismo apelación por 68.000 millones. Llegó a tener 130.000 millones" a mediados del año pasado. Necesita algo más de 100.000 millones este año (55.250 millones los bancos y 45.450 millones las cajas) y, según nuestros cálculos, podrían apelar por encima de los 200.000 millones".
Además, en última instancia, recuerda Díez, esta "situación de máxima tensión" está centrada en países concretos (como España) y su deuda pública pero el efecto contagio lo sufre el sistema bancario europeo, poseedor de esa deuda. Y "no sólo España, el Gobierno alemán y todos necesitan un sistema financierofuerte que devuelva el crédito a las pymes".
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