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¿Y si en lugar de pareja buscas a un recadero?

La clave de Helppy es poner en contacto personas que necesitan servicios con aquellas que podrían hacerlo a cambio de dinero

PILAR BLÁZQUEZ

Las entradas están agotadas. Quienes quieran asistir al concierto de Rammstein sólo podrán adquirirlas en taquilla. Jerónimo Folguera se quería morir cuando hace poco más de un año se encontró con este mensaje en la web. Eso significaba que si quería ir al concierto de sus sueños le tocaba irse a guardar cola desde las ¡cinco de la mañana!. Era imposible. Cuando esto ocurrió, él era ejecutivo del conglomerado audiovisual RTL y viajaba continuamente por toda Europa.

En Luxemburgo, donde tenía su residencia, sólo conocía a ejecutivos tan ocupados como él. ¿A quién pedirle el favor? Pensó que seguro que encontraba a alguien dispuesto a hacerlo a cambio de una compensación económica, pero por más que aporreaba su ordenador en busca de este tipo de servicios, nada aparecía en la web. Así surgió la idea de lo que más adelante se convertiría en Helppy. 'Me di cuenta de que había un nicho de negocio para una plataforma de internet en la que se pudieran conectar personas que necesitan un determinado favor' y gente dispuesta a hacerlo por un precio aceptable', explica Folguera.

Demandantes y proveedores acuerdan el precio del servicio

Así que, entre vuelo y vuelo, fue trasladando todos los detalles de aquella primera idea a las bolsas de papel que encontraba en cada vuelo, y con esa colección bajo el brazo se fue en busca de unos diseñadores informáticos que fueran capaces de dar forma a lo que él quería.

En un principio, él había pensado en llamar a la compañía hagocolaporti.com, pero tras consultar con algunos amigos llegó a la conclusión de que eso era limitarse mucho. La gente no sólo necesita ir a comprar, también hacer trámites, llevar el coche al mecánico, buscar canguros, profesores, expertos en determinados idiomas. Todo eso, y hasta 70 criterios de búsqueda más son los que se pueden encontrar ahora en esta web, cuyo única labor es poner en contacto al usuario con el proveedor del servicio o helppy. 'Ellos son los que acuerdan personalmente la cuantía de los servicios que se prestan', explica Folguera. La media para las tareas domésticas está entre los 10 y los 20 euros. Y entre los 'favores' más demandados están los que buscan montadores de muebles de Ikea, explican en Helppy.

Cuando el hobby empezó a crecer, allá por noviembre de 2010, Folguera lo tuvo claro. 'Era el momento de volver a España y dedicarme en cuerpo y alma a mi proyecto. Dejé el trabajo y, en lugar de dedicar mis ahorros a una casa, monté una empresa. Loco era lo menos que me llamaban', recuerda.

La web ya está funcionado en Madrid, Barcelona y Londres

Ahora centra todos sus esfuerzos en rentabilizar la web con el servicio premium. 'En ese caso, somos nosotros quienes buscamos al helppy adecuado para cada tarea, que ya sabemos que lo ha hecho bien en otras ocasiones, y nos comprometemos a que cumpla lo acordado', explican. El coste de este servicio es de dos euros y está, según aseguran, en demanda creciente en los lugares donde ya funciona la página: Madrid, Barcelona y Londres. El boca a boca ha acelerado las aperturas de Sevilla, Valencia, Luxemburgo, Amsterdam y Estocolmo. Y esto es sólo el principio.

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