Las nuevas tecnologías, Internet, los contenidos de las plataformas de pago y los nuevos hábitos de consumo de los espectadores de televisión están cambiando por completo el panorama que hasta hace escasos años imperaba en la sociedad de la información. El informe que ha hecho público la Unión Internacional de Telecomunicaciones con motivo del Día Mundial de la Televisión, instaurado por la ONU, destaca que más del 55% de hogares en el mundo con una televisión reciben una señal digital, frente a apenas el 30% que se alcanzaba en 2008. En el mundo desarrollado, esa tasa se eleva hasta el 81%.

Otra conclusión llamativa del informe hace referencia a la televisión de pago y es que el número de abonos se ha incrementado en todo el mundo un 32% entre 2008 y 2012, superando a la televisión gratuita en 2011. A finales de 2012 había un total de 728 millones de abonos a la TV de pago, lo cual significa que el 53% de todos los hogares con una televisión tenían un abono de pago.

Y muestra de la penetración de Internet en la vida de los ciudadanos es que el consumo de televisión online continúa creciendo de forma vertiginosa cada año. Sobre todo se utilizan proveedores de contenidos audiovisuales superpuestos tales como YouTube, Netflix y PPLive service en China, así como las numerosas estaciones de radiodifusión tradicionales, que ahora ofrecen la difusión directa o la descarga en línea de contenidos de televisión y vídeo.

El declive continuo de las tecnologías de televisión analógica está siendo compensado con el fuerte crecimiento de las tecnologías digitales. El número de abonos de cable digital se multiplicó por más de dos entre 2008 y 2012, y lo mismo ocurrió con el número de hogares que recibían la TDT.

La televisión se ha convertido desde hace años en uno de los electrodomésticos más importantes de cualquier hogar y lo demuestra que a finales de 2012 se calcula que había unos 1.400 millones de hogares con al menos un aparato de TV. En el conjunto del mundo en vías de desarrollo, el 72% de los hogares tenían un aparato de TV, frente al 98% de los hogares en los países desarrollados. En África, menos de un tercio de los hogares tenían un aparato de TV a finales de 2012.