Este artículo se publicó hace 13 años.
Ya son 534 los muertos en el seísmo de Turquia, mientras la tierra vuelve a temblar
El terremoto del pasado domingo en la provincia turca de Van ha causado ya 534 muertos y 2.300 heridos, según una nueva actualización del Gobierno turco, mientras la tierra volvió a temblar, esta vez en la vecina región de Hakkari, donde se registró un seísmo de 5,4 grados de magnitud.
Este último terremoto, que no ha causado víctimas, se produjo a las 08.04 GMT, con epicentro en la localidad de Delikli, a escasos kilómetros de la frontera turco-iraquí.
"No hay nadie herido. Simplemente ha habido algún que otro desmayo a causa del pánico", explicó el gobernador provincial de Hakkari, Muammer Türker, citado por la cadena NTV.
El mismo medio informó también de que aparecieron grietas en algunos edificios de la capital provincial, pero que no ha habido daños materiales de consideración.
Incluso una manifestación de nacionalistas kurdos continuó su marcha a pesar de los temblores.
Mientras tanto, en la provincia de Van continúan las labores de rescate de posibles supervivientes.
La Administración de Desastres y Situaciones de Emergencia (AFAD) informó de que desde el pasado domingo al menos 185 personas han sido rescatadas con vida de entre las ruinas.
Uno de los últimos rescatados ha sido Muhammed, un joven de 19 años que pasó 91 horas bajo los escombros y esta mañana fue sacado con claros síntomas de debilidad y fiebre, por lo que fue ingresado en el hospital de Erzurum, a más de 300 kilómetros de distancia.
Una nueva amenaza para los supervivientes es la nieve que ha empezado a caer en la provincia de Van, complicando más la situación de muchos supervivientes que esperan aún recibir tiendas de campaña o casas prefabricadas en las que resguardarse.
Las previsiones meteorológicas indican que en la ciudad de Van las temperaturas mínimas rondarán los 0º C en los próximos días, con máximas que no superan los 10 grados.
En el norte de la provincia, donde se encuentra Ercis, el mercurio descenderá hasta los tres grados bajo cero.
El mal estado en que han quedado muchos edificios hace imposible que sus inquilinos regresen a ellos, aunque tampoco hay tiendas de campaña para todos.
El viceprimer ministro turco, Besir Atalay, ha admitido que no hay suficientes tiendas de campaña en la región. "No pudimos calcular que iba a haber una demanda tan grande de tiendas de campaña", reconoció.
Por su parte, Munir Karaoglu, gobernador de la provincia de Van, ha reconocido ante los medios turcos que más 2.200 edificios no son habitables y advirtió de que no es posible pasar en tiendas de campaña el extremo frío del invierno en esta zona, fronteriza con Irán.
De hecho, algunas familias han empezado a regresar a sus hogares para salvarse de la nieve.
"El terremoto no nos ha matado, pero el frío sí que nos matará. Por eso regresamos a nuestra casa, aunque esté dañada", explicó una familia al diario "Hürriyet".
Turquía solicitó ayer finalmente ayuda internacional, especialmente de infraestructuras para alojar a quienes se han quedado sin hogar.
Siete casas prefabricadas llegaron en la mañana de hoy a Ankara y se dirigen en camiones hacia Van, mientras que otros edificaciones de este tipo están en camino desde Israel, con el que Turquía mantiene tensas relaciones.
En un programa televisivo realizado conjuntamente por las principales cadenas del país se recaudaron anoche 25 millones de euros, mientras las principales ONG del país, incluida la Media Luna Roja Turca, mantienen abiertas cuentas bancarias para ayuda.
Por otro lado, la Fiscalía provincial inició hoy la investigación para determinar posibles responsabilidades penales derivadas de las construcciones de mala calidad en la zona, a las que se atribuye el elevado número de muertes.
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