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Ya son cuatro los muertos por el incendio en el Empordà

La causa del fuego es un cigarrillo que un conductor arrojó por la ventanilla de su coche

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Un ciudadano francés de 64 años ha fallecido hoy en el hospital del Vall d'Hebrón a consecuencia de las graves quemaduras que había sufrido por el incendio del Alt Empordà (Girona), lo que eleva a cuatro las víctimas mortales en este siniestro, según ha informado el Departamento de Salud de la Generalitat. La víctima había sido encontrada ayer en estado muy grave con el 80% del cuerpo quemado en una carretera de la comarca junto al coche en el que viajaba.

Las mismas fuentes han indicado que ocho personas permanecen ingresadas en centros sanitarios catalanes por heridas producidas en el incendio, cuatro en el hospital de la Vall d'Hebrón (Barcelona) y otras cuatro en el hospital Josep Trueta de Girona. Los incendios, que han afectado 13.000 hectáreas (puedes ver la fotogalería), mantienen por el momento tres grandes focos activos. 

Los dos incendios están relacionados con imprudencias humanas, según ha informado el conseller de Interior de la Generalitat, Felip Puig, quien ha apuntado a una colilla de cigarrillo encendida en al menos el caso del fuego de Portbou. Puig ha explicado que el fuego se ha originado junto a la carretera del municipio de Portbou y que la causa sería un cigarrillo lanzado por la ventanilla de un vehículo.

El otro incendio, el de mayor intensidad y que ya ha quemado unas 13.000 hectáreas de vegetación, comenzó en un aparcamiento de camiones en La Jonquera (Girona). En este caso, Puig ha apuntado 'a una colilla o a un pequeño artefacto' (algo que prendió), aunque ha puntualizado que lo único que puede confirmar es que 'probablemente los dos incendios se deben a imprudencias o negligencias', pese a que 'algunas informaciones contradictorias hablan de algo más que una colilla en el fuego de Portbou'.

El perímetro del fuego tiene más de 63 kilómetros de longitud y ha afectado a más de 17 municipios. La inversión pública destinada a la prevención y a la actuación contra los incendios en Catalunya se recortó este año casi un 13%, pasando de 178 millones de euros en 2011 a 155 millones en 2012.

Más de un millar de personas, entre bomberos, militares, policías, agentes rurales y voluntarios, están luchando contra el fuego. A los 500 efectivos de los Bomberos de la Generalitat se han sumado más de 200 militares de cuatro secciones de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y un centenar de voluntarios de las Agrupaciones de Defensa Forestal (ADF).

Además, un total de 230 agentes de los Mossos d'Esquadra y casi 200 efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional también participan en el operativo de extinción, de tráfico y seguridad de la emergencia. Otro centenar de técnicos y voluntarios de la Cruz Roja y sanitarios del Servicio de Emergencias Médicas están trabajando también en la zona para atender a las personas afectadas y asistir a los que están en primera línea de fuego. También los bomberos franceses han enviado varias dotaciones al fuego, que quema sin control desde hace más de 25 horas.

Unas 1.300 personas han pasado la noche fuera de sus casas en los centros de acogida abiertos en diversos municipios del Alt Empordà a causa de los incendios. Diversos pabellones deportivos, centros sociales y la base militar de Sant Climent Sescebes han acogido a las personas que ayer fueron desalojadas de sus casas o que no pudieron continuar el viaje en coche al verse atrapados por los cortes de las principales vías que conectan con Francia.

Los focos de fuego reaparecen en diferentes puntos de Darnius y Agullana y se extienden en dirección a la Garrotxa. La masa forestal que allí se encuentra en peligro es de unas dimensiones todavía mayores que la que ha quedado devastada en el Alt Empordà, en donde todavía se forman nuevos frentes. El viento ya no viene del norte. Las brisa marina es ahora el viento dominante, menos agresivo que la tramontana pero más que suficiente para avivar el fuego, y lo que es peor, orientarlo hacia otras zonas que durante el domingo no se encontraban en peligro.

Es en esta zona, situada al oeste de l'Alt Empordà, en la que el departamento de Interior está concentrando la mayor de los efectivos disponibles. Con este viento de Levante, los aviones y helicópteros pueden trabajar en mejores condiciones. 140 dotaciones terrestres también trabajan intensamente para parar el avance del fuego, pero todo está todavía fuera de control. Público ha podido constatar que el humo incluso ha llegado de forma perceptible a Barcelona.

Los Mossos d'Esquadra mantienen cortados los accesos por carretera para facilitar y agilizar los movimientos de los miembros de las agrupaciones de defensa forestal y de los bomberos. La contribución de los payeses y vecinos, cuando consiguen llenar cubas para intervenir directamente sobre los frentes de fuego o trabajar zonas con tractores para imposibilitar que se quemen más campos también resulta esencial. 

Unos 3.900 abonados continúan hoy sin suministro eléctrico en el Alt Empordà tras verse afectadas las redes eléctricas por los fuegos, según ha informado a Efe un portavoz de Endesa. Este portavoz ha señalado que se han instalado tres grupos electrógenos en Darnius, Sant Climent Sescebes y en Cantallops, y que tienen otros 35 grupos más movilizados a la espera de las instrucciones de los Bomberos.

Como hipótesis del origen tanto del fuego iniciado en La Jonquera como el de Portbou, el presidente Artur Mas apuntó a la acción 'absolutamente imprudente' de conductores que han lanzado colillas por la ventana de sus vehículos, ya que en ambos incendios las llamas surgieron a pie de carretera. 'Todo apunta a que ha habido imprudencias manifiestas', denunció Mas.

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