El yen tocó el viernes un máximo de 13 años frente al dólar y de seis años frente al euro, ya que el temor a una recesión mundial y a problemas en los mercados emergentes han llevado a muchos inversores a reducir sus inversiones en el extranjero y repatriar fondos.

No obstante, el dólar subía a máximos de cinco años frente a la libra y se mantenía cerca de su nivel más alto en dos años frente al euro, ya que el agravamiento de las turbulencias financieras animaba a los inversores a deshacerse de sus inversiones en todo el mundo y elevar sus posiciones en el dólar.

Los mercados emergentes, desde Corea del Sur a México, han sido muy castigados por la crisis crediticia en las últimas semanas, ya que la inquietud por una brusca ralentización del crecimiento ha invitado a deshacer las posiciones de riesgo que se habían acumulado en los últimos años.

El yen también aprovecha la reducción de 'carry trades', que permiten a los inversores recibir préstamos en monedas de bajos tipos de interés como el yen para comprar activos de mayor rentabilidad en otros países.

"Nadie está dispuesto a asumir riesgos en las circunstancias actuales y la aversión al riesgo no hará sino acelerarse", dijo Mitsuru Sahara, del Bank of Tokyo-Mitsubishi UFJ.

El dólar caía un 1,6 por ciento frente al yen a 95,69 yenes, tras haber llegado a tocar los 95,35 yenes, el nivel más bajo desde 1995, cuando la divisa norteamericana tocó un mínimo récord.

El euro, por su parte, retrocedió un 2,6 por ciento, a 122,20 yenes tras haber tocado un mínimo de seis años a 121,70 yenes.