El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, presentará el viernes por la tarde las propuestas del Gobierno en materia de reforma laboral tras debatir sus líneas maestras con los agentes sociales, dijo la vicepresidenta primera del Gobierno.

Está prevista la presencia en la reunión de los secretarios generales de CCOO y UGT y del presidente de la patronal CEOE así como del presidente del Gobierno y su ministro de Trabajo, Celestino Corbacho.

En contra de lo previsto, el ministro de Trabajo no compareció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros en la que se iban a explicar las líneas maestras de las propuestas del gobierno.

La vicepresidente primera se limitó a explicar que el Gobierno había trabajado sobre la base fundamental de "favorecer la creación de empleo".

Sindicatos y patronal han reanudado las negociaciones, que llevaban detenidas desde mediados de 2009, para lograr un acuerdo interconfederal en materia de empleo que reactive el mercado de trabajo.

La patronal aboga por el llamado "contrato único" que tendría una categoría intermedia entre el fijo y el temporal y que contemplaría un abaratamiento de los despidos, argumentando que redundarían en una rebaja del salario real pero también en un descenso de la tasa de desempleo.

Los sindicatos abogan por moderar los beneficios de las empresas y posibles reducciones de jornada.

CRÍTICAS CRECIENTES

La convocatoria del Gobierno llega en medio de crecientes críticas a su política económica.

El Gobierno tenía, hasta la semana pasada, buena relación con los sindicatos, pero éstos se le volvieron en contra después de propuestas de reforma del sistema de protección social, como el retraso en la edad de jubilación de los 65 a los 67 años.

UGT, hasta el momento el sindicato con relación más amistosa con el Gobierno, se ha unido a CCOO en sus críticas a la propuesta de retrasar la edad de jubilación y reformar el sistema de pensiones.

El jueves, ambas formaciones instaron al ejecutivo a acudir al Pacto de Toledo para debatir las modificaciones en los sistemas de protección social.

Estas tensiones se producen en un momento en el que España trata de convencer a los mercados de la salud de sus finanzas públicas, con el riesgo del país creciendo y con un desempleo que ya suma más de cuatro millones de personas.