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Zapatero, Prodi y Sarkozy escenifican su apuesta por la "Unión por el Mediterráneo"

EFE

El jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, el primer ministro italiano, Romano Prodi, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, escenificaron hoy su apuesta por crear una "Unión por el Mediterráneo", que se concretará en una Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno el 13 de julio en París.

Lo que iba a ser una rueda de prensa conjunta en Roma se convirtió en una breve comparecencia ante la prensa sin preguntas, una declaración de intenciones que generó las protestas de los periodistas que esperaban desde hacía más de una hora en el llamado Templo de Adriano de la capital romana.

Tras su comparecencia y un apretón de manos ante las cámaras, los tres mandatarios cerraron una declaración conjunta, el "Llamamiento de Roma", y compartieron una cena de trabajo.

La Unión por el Mediterráneo, nombre final de un proyecto que hasta ahora el Gobierno francés llamaba "Unión del Mediterráneo" y el español "Unión Euromediterránea", se concretará en una Cumbre el 13 de julio, la víspera del Consejo europeo informal que Francia, que ostenta la presidencia de turno de la UE en el segundo semestre de 2008, organizará también en París.

Según el "Llamamiento de Roma", el proyecto se basará en el principio de cooperación, no de integración; pondrá en marcha proyectos concretos; y en ningún caso sustituirá al Proceso de Barcelona lanzado en 1995, que seguirá siendo central en las relaciones entre la UE y los países del Sur.

Se precisa además que la nueva Unión no interferirá en los procesos de negociación de la UE con Croacia y Turquía.

Zapatero llegó a Roma con una hora de retraso, tras haber asistido al pleno del Congreso en Madrid, y explicó que el objetivo es "hacer que algo importante nazca", una nueva relación entre las dos riberas del Mediterráneo que propicie la regeneración del mar compartido y la paz.

"Debemos mucho al Mediterráneo y tenemos que devolvérselo en estos momentos", manifestó, tras recordar la trascendencia de ese espacio para el orden internacional, la paz, el cambio climático y las migraciones.

A su juicio, para superar las desigualdades y afrontar el problema migratorio es necesario abordar las necesidades medioambientales del mar y de sus costas, con políticas en el ámbito de la investigación, el desarrollo y la energía.

"La Unión por el Mediterráneo nace desde tres países profundamente europeístas. Nace desde la Unión Europea y sirve a la Unión Europea", manifestó Zapatero, quien consideró que, tras la puesta en marcha del Proceso de Barcelona, se abre "una nueva etapa" en el que los países del Mediterráneo asumirán el protagonismo al lado de los europeos.

Sarkozy anunció la celebración de la Cumbre de París en julio y ratificó la apuesta de los tres mandatarios por el Mediterráneo, donde "el mundo puede encarar la peor de las guerras o la mejor de las paces".

"Hemos entendido que tenemos que ponernos de acuerdo para evitar el odio, la guerra y la destrucción; es nuestra responsabilidad como hombres políticos y hombres de Estado", señaló el presidente francés.

A quienes duden de este proyecto, Sarkozy les dijo que los tres tienen "sueños a la altura" de sus responsabilidades, reclamó una alianza por la paz, el diálogo y el medio ambiente y advirtió de que el mayor riesgo para la región es el inmovilismo.

Prodi se hizo eco de las declaraciones de Zapatero y Sarkozy lamentó que no se pudiera sumar al encuentro el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, quien participaba en las celebraciones organizadas por los nuevos países adheridos al Espacio Schengen.

El presidente italiano recordó que la comparecencia tenía lugar en el Templo de Adriano, "un auténtico hombre del Mediterráneo", y apostó por imitar los valores del emperador para lograr que ese mar sea "un lugar de paz, diálogo y con iniciativas que tengan un valor pragmático".

En este contexto, abogó por realizar proyectos concretos en áreas como la energía, el medio ambiente, la cultura y la gestión de los flujos migratorios.

El objetivo es llevar el "Llamamiento de Roma" a la Comisión Europea y a los demás países miembros, explicó Prodi.

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