El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, propuso hoy tres puntos para iniciar el diálogo para su restitución en el poder y anunció que está dispuesto a que se modifique el Acuerdo de San José que auspicia el presidente de Costa Rica, Óscar Arias.

El anuncio lo hizo el asesor de Zelaya, Carlos Eduardo Reina, quien indicó que Zelaya "también ha reiterado que, una vez restituido en el poder, no convocará a una Asamblea Nacional Constituyente".

"Esa es la posición oficial del presidente Zelaya, no realizar una Constituyente este año, eso sería después de las elecciones, el otro año, como lo ha dicho siempre", subrayó Reina, quien es miembro del Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado y acompaña al derrocado gobernante en la Embajada de Brasil.

Agregó que Zelaya propone una "agenda simple de tres puntos" para el diálogo que podría iniciar la próxima semana.

"El primer punto es la aprobación y firma del Acuerdo de San José; el segundo, los cambios que se le puedan hacer al Acuerdo del presidente Arias, y el tercero, que se le de cumplimiento con garantes nacionales e internacionales".

Según indicó Reina, Zelaya accede a que se modifique el Acuerdo de San José, porque el escenario que había cuando propuso su plan, a mediados de julio pasado, era distinto al actual, aunque no precisó los puntos que serían modificados.

Reina anunció los tres puntos que Zelaya propone para el diálogo en vísperas de la llegada a Tegucigalpa de una misión de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA).

A la misión de cancilleres le antecedió un grupo técnico de la OEA que se encargará de preparar la reunión de los cancilleres con diferentes sectores sociales del país para superar la crisis a raíz del golpe de Estado a Zelaya, el 28 de junio pasado.

Reina dijo además que el Frente Nacional de Resistencia contra el golpe de Estado "debe seguir haciendo su lucha por la Constituyente" y que se espera que, de fructificar el diálogo la próxima semana, "se puede conseguir un gran acuerdo".

Zelaya fue derrocado el 28 de junio por los militares y enviado a Costa Rica.

El 21 de septiembre pasado el presidente depuesto llegó por sorpresa a Tegucigalpa y se alojó en la Embajada de Brasil, desde donde ha venido exigiendo su restitución en el poder y un diálogo para superar la crisis.