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Tradición y arte moderno entablan un diálogo fluido en la muestra "El patio de mi casa"

EFE

El arte contemporáneo y la tradición dialogan desde hoy en Córdoba gracias a la muestra "El patio de mi casa", en la que 16 artistas de prestigio internacional exponen sus creaciones en otros tantos patios cordobeses, seña de la identidad arquitectónica de la ciudad presente en ella desde su fundación.

Patios privados y de titularidad institucional participan en esta iniciativa única en el mundo enmarcada en el proyecto de candidatura de Córdoba para lograr la Capitalidad Europea de la Cultura en 2016 y que sirve para dar una "imagen contemporánea" de Córdoba, según ha dicho el comisario de esta magna exposición, Gerardo Mosquera, durante la presentación oficial de la misma.

Un total de 2.016 caracoles pintados de dorado y sueltos en un patio, el sonido real de varias mezquitas de Beirut o manos gigantescas que salen por las ventanas son algunas de las creaciones encastradas durante estos días en lo más típico de la arquitectura cordobesa, unos patios que están en proceso de ser declarados por la UNESCO como patrimonio intangible de la humanidad.

La protagonista absoluta de esta exposición es la ciudad y, en concreto, los patios, que son concebidos por Mosquera como un "espacio intermedio entre lo público y lo privado", y en los que se han instalado proyectos creados en la mayoría expresamente para esta exposición.

Mounira Al Solh, Magdalena Atria, Fernando Baena, Cai Guo-Qiang, Mariana Castillo Deball, Carlos Garaicoa, Federico Guzmán, Mona Hatoum, Kan Xuan, Glena León, Cristina Lucas, Rubens Mano, Priscilla Monge, Jorge Perianes, Nedko Solakov y Nina Yuen son los responsables de estas creaciones, muchas de ellas protagonizadas por animales, como hormigas, caracoles o tortugas.

Mosquera ha querido agradecer la "generosidad y creatividad" de los artistas para "acometer el desafío" de participar en este proyecto, al tiempo que ha reconocido el importante papel desempeñado por los propietarios de los patios, que además de su disponibilidad, han llegado incluso a tomar parte en el proceso creativo.

Éste ha sido el caso de Rafael Barón, el propietario del patio de la calle Pastora 2, donde se ha instalado el proyecto "Córdoba 2016 Caracoles", de Fernando Baena, y que está compuesto por 2.016 ejemplares cuyo caparazón ha sido revestido con pan de oro y que están en libertad por el patio.

Fernando Baena ha relatado que esta intervención tiene como finalidad la denuncia de la domesticación de la naturaleza y también del arte, pues ha recordado que los caracoles son animales perjudiciales para las plantas de los patios porque se las comen y, por ello, han sido desterrados de este espacio.

Sin embargo, Baena ha preferido volver a introducirlos, en esta ocasión revestidos de oro, con la intención de denunciar que, "con frecuencia, para indicar la importancia de acontecimientos que a veces no la tienen, se adorna con muchos objetos dorados".

"Jardín Interior" de Glenda León, ha solventado el obstáculo de la falta de flores en otoño con la creación de un jardín compuesto por las flores que adornan la ropa interior femenina en el patio de la calle Isabel II, número 1, mientras que Mounira Al Solh ha querido devolver a Córdoba el sonido de las mezquitas musulmanas con "¿Cómo podemos hacer esto sin una fotocopiadora?", en la calle Martín Roa 2, donde ha instalado megáfonos en los que se reproducen dos sermones de sendas mezquitas de Beirut.

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