Toca renovar el cuarto de tu hijo, o de tus hijos, y no sabes cómo hacerlo. Has cogido algunas ideas sueltas de catálogos de habitaciones juveniles, incluso visto algunos precios interesantes, pero quieres hacer algo por tu cuenta y personalizar al máximo la habitación.
¿Es difícil? Visto desde fuera, puede parecer que sí; pero, cuando tienes claro cómo enfocarlo y cuáles son los aspectos clave a desarrollar, entonces es mucho más sencillo. Nosotros vamos a encargarnos de ayudarte en esta tarea, con 7 ideas imprescindibles para decorar habitaciones juveniles.
Cómo decorar una habitación juvenil a la perfección

Decorar una habitación juvenil, ciertamente, no es tan complicado como parece. Solo hay que pensar en la fuerza, el ímpetu y las ganas que los más jóvenes tienen de comerse el mundo. Después, hay que trasladarlo a la distribución, el mobiliario y hasta los colores que se usan.
Pero, al mismo tiempo, también hay que pensar en que es un cuarto y que hay que saber enfocarlo para que hagan sus cosas del día a día en él: estudiar, descansar, jugar, charlar o vaguear un poco, que nunca está de más.
Puede parecer difícil, pero ya verás que no lo es. Sigue estos consejos clave y conseguirás una habitación juvenil de 10.
1 – Paredes con estilo propio

En un cuarto joven las paredes no pueden ser algo plano y sin vida. Arriésgate un poco y busca un diseño especial, usa vinilos o incluso dale todavía más a la creatividad con ilustraciones que ocupen alguna pared de lleno. El estilo urbano nunca falla y, si puedes poner algún que otro grafiti, el resultado va a ser realmente demoledor.
2 – Contrasta con colores llamativos
En el caso de que vayas a optar por pintar alguna pared de forma plana, cosa que entendemos también, no todo el mundo quiere pintadas en sus paredes, juega con los contrastes. En esta ocasión, lo mejor para contrastar es usar colores que llamen la atención, pero sobre todo que tengan tonos flúor. Usa pequeños objetos, pinta pequeñas partes de muebles con estos colores y verás qué bien queda.
3 – Pon una cama supletoria
En una habitación juvenil pueden estar dos de tus hijos, o simplemente puede que alguno de ellos traiga alguna amistad a casa. Sea como fuere, y para lo que pueda surgir, tener una cama supletoria en el cuarto es más que aconsejable. Más que con fines decorativos, esto mira más hacia la usabilidad y las comodidades. Tus hijos lo agradecerán muchísimo con el paso del tiempo.
4 – El espejo no puede faltar
No todos los jóvenes tienen por qué ser coquetos, pero siempre viene bien que tengan un espejo en casa por si quieren mirar qué tal les queda la ropa antes de salir. A veces, incluso, jugarán delante de este o experimentarán con esto de poder reflejar cosas. No importa para qué, pero al final lo acabarán usando, así que no dudes en poner uno y, a ser posible, de cuerpo entero.
5 – Si puedes, prepara un rincón para relajarse
Un cuarto puede dar para mucho. En él, el niño o el joven no solo dedicará tiempo a estudiar y a jugar, también necesitará momentos en los que descansar y desconectar de todo en la intimidad. Por eso mismo, preparar un rincón de relax no es mala idea. Un sillón, a ser posible cerca de la ventana, una alfombra y algunos cojines. Con eso, ya lo tienes más que preparado.
6 – ¿Y si elevas la cama?

Hay cuartos en los que no hay tanto margen de maniobra como para poder aplicar todas las ideas que te damos; pero, ¿y si jugamos un poco con las alturas? Es un diseño bastante más atrevido, cosa que casa perfectamente con el espíritu de los más jóvenes. Coge la cama y ponla más alta, como si fuera una litera, pero sin mitad inferior. Ese espacio que queda debajo podría aprovecharse como rincón de relax, por ejemplo.
7 – Buena iluminación para la zona de estudio
Como ya hemos adelantado antes, en el cuarto también habrá que dedicar tiempo a estudiar, hacer deberes o llevar a cabo cualquier tipo de tarea. Para esto, no pueden faltar el buen escritorio y la buena luz, además de un asiento cómodo. Busca escritorios amplios y, sobre todo, intenta por todos los medios que entre perfectamente la luz del sol sobre ellos.
Con esto, ya tienes lo que hace falta para ponerte manos a la obra. Toca buscar muebles que encajen con la idea que tienes en mente, pero, sobre todo, no olvides lo que te hemos explicado. Si lo aplicas a pies juntillas, te aseguramos que tus hijos van a estar encantados con el cuarto que les has ideado. De hecho, te recomendamos una cosa más: déjales participar.