Cinco reparaciones típicas en casa que puedes hacer tú

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A menudo tenemos la sensación de que las reparaciones que es necesario hacer en nuestro hogar, causadas por pequeños desperfectos, están fuera de nuestro alcance, y que es imprescindible encargárselas a un profesional. Y aunque en muchas ocasiones esto sea así, también es cierto que hay algunas de esas que pasan con cierta frecuencia que, con un poco de maña y paciencia, podemos hacer nosotros.

Nos centramos en ello para repasar cinco reparaciones típicas en casa que puedes hacer tú mismo y que seguro que te quitarán de más de un apuro.

Fugas y atascos en las tuberías

fregadero
Fuente: Pixabay

Antes o después, en cualquier casa sucede que se presenta una fuga o un atasco en una tubería, ya sea del cuarto de baño o de la cocina. Puede ser por un simple desgaste de las juntas o por la presión de una tuerca, pero el arreglo es relativamente sencillo. Primero has de cerrar la llave de paso del agua, para que deje de llegar agua al fregadero o al baño. Luego, coloca un cubo justo debajo de la tubería y desenrosca las tuercas que hay en ella.

En el caso de que sea un atasco y el tubo estuviera obturado, solo has de vaciarlo en el cubo y luego volver a colocarlo y apretar las tuercas. Para el supuesto de que pierda y sea necesario cambiarlo, simplemente habrás de retirarlo y sustituirlo por uno nuevo. Luego, abre la llave de paso y asegúrate de que no se pierde agua y has hecho la instalación convenientemente.

Desatascar el fregadero

bicarbonato
Fuente: Pixabay

En el supuesto de que la tubería de tu fregadero no esté obturada y lo que se haya atascado sea este, hay un truco muy sencillo para destaponarlo. Para desatascar el fregadero necesitas vinagre, ese desinfectante natural tan útil para absolutamente todo que jamás puede faltar en una casa. Mezcla media taza de vinagre con media cajita de bicarbonato sódico y viértelo por el desagüe. Luego, coloca rápidamente el tapón. Debes esperar alrededor de media hora para que la mezcla produzca efectos. Transcurrido ese tiempo, retira el tapón y vierte una buena cantidad de agua hirviendo. En la mayoría de los casos, se desatascará, pero si no es así, tendrás que retirar la tubería como te comentábamos en el apartado anterior.

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Tapar agujeros en las paredes

escritorio
Fuente: Pixabay

Esta es otra reparación muy sencilla que suele parecer más compleja de lo que es. Para tapar agujeros en las paredes, provocados por los tornillos, clavos o puntas, después de haber quitado un cuadro o los soportes para las cortinas, deberás limpiar primero la zona, para que no quede ningún residuo de pintura o papel pintado. Luego, extiende con una espátula la masilla, que puedes adquirir específicamente para ello en cualquier tienda de bricolaje o en la sección correspondiente del hipermercado. Deberás esperar a que seque y después lijarla con papel de grano fino, para igualarla con el resto de la pared. Normalmente, también tendrás que pintar la zona para que no se note la diferencia.

Bisagras que chirrían

puerta
Fuente: Pixabay

Uno de esos desperfectos caseros que suele ponernos de los nervios son las bisagras de las puertas que chirrían, ya sean las de las habitaciones o las de alacenas o armarios. Su reparación también es fácil y puedes elegir entre varias opciones. La primera de ellas es aplicar un aceite lubricante de los que se comercializan como aerosoles, ya que este formato es fundamental para que llegue a todas las esquinas de la bisagra. Pero si esta opción no funciona, puedes arreglar el pernio, el cual deberás retirar, limpiar con lana de acero y volver a colocar. No obstante, si las bisagras continúan haciendo ruido tendrás que cambiarlas.

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Cambiar un interruptor de la luz

interruptor de la luz
Fuente: Pixabay

Las reparaciones que tienen que ver con la electricidad suelen causarnos más respeto que aquellas relacionadas con la carpintería y, de hecho, la mayoría de ellas requieren de un especialista. No obstante, debes saber que los interruptores de la luz que fallan o no funcionan son relativamente fáciles de cambiar.

Antes de nada, tienes que desconectar la luz en el interruptor general para no correr riesgos. Después, con un desatornillador de punta plana retira la placa frontal del interruptor. Comprobarás que hay dos o tres cables conectados al mecanismo, quítalos (tras asegurarte de nuevo que no hay electricidad) y ya podrás colocar el interruptor nuevo.

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Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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