Cómo ahorrar en tu factura de la luz

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El recibo de la luz suele traernos a todos unos cuantos quebraderos de cabeza. Llevarse algún susto por una cuantía elevada o por un consumo descontrolado afecta, además de a nuestros bolsillos, a la huella ecológica que dejamos en el mundo. Al fin y al cabo, la responsabilidad en el uso de la energía no es solo una cuestión que afecte a nuestra cuenta bancaria.

Así pues, para que no te lleves sorpresas desagradables y puedas ajustar el gasto mensual que supone su consumo, además de contribuir al cuidado del medio ambiente, te ofrecemos una serie de consejos sobre cómo ahorrar en la factura de la luz.

Reducir la potencia contratada

Red eléctrica
Fuente: Pixabay

Reducir la potencia contratada puede ahorrarte hasta 60 euros al año por kilovatio que reduzcas. La mayoría de las viviendas tienen establecida una potencia que ronda entre 3,3 y 4,4 kilovatios, pero a menudo es más de lo que necesitan, sobre todo, en hogares de una o dos personas.

Si desconoces la potencia que tienes contratada, simplemente puedes buscar el dato en tu factura de la luz. Para calcular qué potencia necesitas, comprueba en las instrucciones de los electrodomésticos de tu casa cuánto gastan en funcionamiento y suma aquellos que están encendidos a la vez. Tendrás un cálculo aproximado de la potencia que utilizas. Y si decides reducir la potencia contratada, tendrás que ponerte en contacto con tu compañía eléctrica para solicitarlo.

Las tarifas

Mapa del mundo
Fuente: Pixabay

Si tu ritmo de vida facilita que la electricidad que consumes se aglutine en su mayor parte entre la noche y las primeras horas de la mañana, tienes la opción de aprovechar la tarifa con discriminación horaria. En el supuesto de contratarla, podrás ahorrar una buena cantidad en tu factura, siempre que más del 30% de tu consumo diario se produzca entre las 22 y las 12 horas.

Por otra parte, si cumples con los requisitos establecidos para ser beneficiario del bono social y lo solicitas, este será uno de los descuentos que más notarás en tu recibo de la luz, ya que se te aplicará un 25% sobre el precio.

Y si estás pensando en cambiar de compañía eléctrica, vigila bien el precio sobre el que te aplican los porcentajes de descuento que te ofrecen, ya que pueden resultar engañosos, así como las cláusulas de permanencia, la obligación o no de contratar un servicio de mantenimiento, y el sistema de revisión de tarifas, que puede ser arbitrario, trimestral o anual.

Buenos hábitos de consumo

Bombilla
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Hay una serie de buenos hábitos que podemos seguir todos, sea cual sea la potencia contratada, tengamos o no bono social, o pongamos en marcha los electrodomésticos en horarios diferentes.

Cambiar las viejas bombillas y utilizar las de bajo consumo, que no poseen elementos tóxicos, lo notarás en tus facturas. Por otro lado, tampoco se deben dejar los aparatos eléctricos en stand by, un consumo fantasma que se nota más de lo que crees. Esa lucecita roja provoca que se pueda gastar hasta un 15% de energía más al año, completamente desperdiciada, solo por la comodidad de no dar dos pasos para encender o desenchufar el televisor cuando dejas de verlo, por ejemplo.

Los electrodomésticos

Electrodomésticos
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A la hora de elegir los electrodomésticos hay que fijarse muy bien en la clasificación energética y escoger, dentro del presupuesto que manejemos, alguno de clase A+, A++ y A+++. Estos consumen de media un 55% menos que los B, los C y los D, que siempre son más baratos. De tal manera, lo que nos puede parecer una ganga, no tiene por qué suponer un ahorro, pues veremos el gasto de nuestra factura de la luz disparado con aquellos que tienen la clasificación menor.

También debemos saber que la nevera, que suele ser la que más consume de los electrodomésticos que tenemos en casa, gasta más con la puerta abierta. De igual modo, si tienes que comprar una, ten en cuenta su clasificación energética y elige bien su tamaño, pues cuanto más vacía está, más consume. Adquirir una nevera enorme, por más moderna y bonita que sea, para una persona que vive sola y va a tenerla siempre medio vacía, supondrá un gasto energético innecesario, por no hablar de lo que sufrirá su bolsillo.

Aire acondicionado y calefacción

Aire acondicionado
Fuente: Pixabay

La temperatura que programes en la calefacción o el aire acondicionado también tiene su importancia. En lo que respecta a la calefacción, a partir de los 20º, cada grado que incrementes aumentará el consumo de energía entre un 5% y un 7%. El aire acondicionado, por su parte, incrementa el consumo un 8% más por cada grado que programes por debajo de los 25º.

Decoración del hogar

Dormitorio
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Aunque hay quien menosprecia en el ahorro energético la decoración del hogar, se equivoca. Las alfombras en invierno, las tapicerías y mantas de lana, cortinas gruesas y rodapiés contribuyen a mantener el calor en la casa; pero cuando llega el verano, si no los cambias, te obligarán a tirar del aire acondicionado. Así que en el periodo estival, lo mejor es vestir tu hogar con tejidos ligeros, visillos y algodón, además de retirar las alfombras.



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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