Cómo saber de dónde proviene la carne que compramos

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La importancia del origen de la carne que compramos es indiscutible, aunque no siempre tengamos muy claro cómo averiguarlo. Para ello, deberemos aprender a leer las etiquetas en los productos cárnicos que ya se venden empaquetados, así como las que se colocan en pequeños letreros e indicadores en los mostradores y refrigeradores de los mercados y carnicerías al comprarla al corte.

Hoy te contamos todo lo que debes saber al respecto para comprender el etiquetado de estos alimentos y la normativa vigente, de manera que puedas averiguar de dónde proviene la carne que compramos. ¡Comenzamos!

Etiquetado de los alimentos

etiqueta
Pixabay

De forma general, el etiquetado de alimentos está regulado por el Reglamento (UE) N.º 1169/2011 y, en el caso de la carne y productos cárnicos, por el Reglamento (CE) nº 853/2004, de 29 de abril de 2004, y el Reglamento (CE) n.º 1760/2000 sobre etiquetado vacuno. Como consecuencia, hay determinada información que ha de incluirse en las etiquetas y que te ayudará a averiguar qué estás comprando y de dónde procede.

Todo alimento comercializado debe incluir en el etiquetado sus ingredientes, el número de lote, la cantidad neta, la fecha de caducidad o de duración mínima, las condiciones de conservación, la identificación de la empresa, la información nutricional y el lugar de origen y procedencia. No obstante, si proceden de la UE solo es necesario especificar este origen si la omisión induce a error al consumidor.

Etiquetado de la carne

carnicería
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De manera específica, la carne y sus productos derivados envasados deberán identificarse con la denominación de venta, como ternera, buey o vaca, la denominación comercial, como solomillo, falta, babilla, etc.; y el código de referencia. En el caso de la carne de vacuno, también se deberá indicar el país de nacimiento, de engorde, de sacrificio y de despiece. El resto de carnes solo deben indicar el lugar de procedencia.

Si compras la carne fresca en mostrador, no tienen por qué estar expuestos todos estos datos, pero si se los preguntas al carnicero o dependiente, este está obligado a facilitarte esta información, al menos, verbalmente.

Lo que todavía no se indica, es si esa carne proviene de granjas ecológicas o de macrogranjas, al menos que voluntariamente el productor sí indique esa información en su etiquetado o si la carne tiene algún sello de calidad que asegure determinadas condiciones, como el caso de la ternera gallega, que hasta los siete meses como mínimo los terneros maman de sus madres.

Sellos de calidad en las carnes

IGP
www.ternascodearagon.es

En nuestro país, el MAPA (Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación) se encarga de la regulación de las carnes frescas y la identificación y verificación de las mismas por medio de sellos de calidad. Estos te garantizan la procedencia geográfica de la carne y sus características. Los sellos de calidad en las carnes españolas son la Denominación de Origen Protegida (DOP), las Especialidades Tradicionales Garantizadas (ETG) y la Indicación Geográfica Protegida (IGP).

Diferencias entre DOP, ETG e IGP

carne de la Sierra de Guadarrama
carneguadarrama.com

Las carnes que en su etiquetado luzcan el sello de DOP garantizan unas características específicas por su calidad y el lugar geográfico de donde proceden. De tal modo, la producción, transformación y elaboración del producto final se realiza en la misma zona geográfica.

Las carnes con IGP cuentan con unas características que se dan exclusivamente en un lugar geográfico, como sucede con las razas autóctonas de una zona. Entre las carnes de vacuno, encontrarás bajo este sello la carne de Ávila, la ternera gallega, la ternera asturiana, la carne de la Sierra de Guadarrama, la ternera de los Pirineos catalanes, la carne de Salamanca morucha, la carne de vacuno del País Vasco, la ternera de Aliste de Castilla y León, la carne de Cantabria, la ternera de Extremadura y la ternera de Navarra.

Entre las carnes de cordero IGP más populares destacan el lechazo de Castilla y León, el ternasco de Aragón, el cordero de Extremadura, el cordero manchego, el cordero segureño y el cordero de Navarra. Las carnes de pollo también disponen de su IGP, como el pollo y capón de El Prat, el Gall del Penedés y el capón de Vilalba. Y por lo que respecta a las carnes con ETG, la elaboración del producto se realiza de manera por completo tradicional. Solo algunos jamones de nuestro país cuentan con este sello de calidad diferenciada.

No te dejes engañar, no basta el nombre de ternera gallega o de lechazo para que sea un producto certificado: busca siempre el sello y los logotipos oficiales, que deberán mostrarse de forma visible. Además, recuerda que antes de comprar cualquier producto cárnico, deberás leer detenidamente su etiquetado. Es la mejor forma de descubrir cuál es su origen, además de otros datos de interés que puede aportar. Todo ello mientras no sea posible que aparezca de forma obligatoria en las etiquetas el tipo de ganadería de la que proviene la carne.



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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