Para saber cuándo debe llevar bozal un perro en España tenemos que tener en cuenta la legislación vigente, puesto que hay una regulación determinada sobre el uso de este elemento por parte de determinadas razas caninas y en determinadas situaciones, tanto a nivel estatal como en las distintas comunidades autónomas y municipios.
Te contamos hoy cuándo tienes que ponerle bozal al perro y aquellos otros casos en los que no resulta nada recomendable que lo hagas. ¡Empezamos!
En qué situaciones tienes que poner bozal al perro
Animales potencialmente peligrosos
La Ley 50/1999, de 23 de diciembre, sobre el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos, establece las razas de perros que se incluyen en esta categoría: Pit Bull Terrier, Staffordshire Bull Terrier, American Staffodshire Terrier, Rottweiler, Dogo Argentino, Fila Brasileiro, Tosa Inu y Akita Inu. Asimismo, aunque no sean de estas razas, se consideran perros potencialmente peligrosos aquellos que cuentan con fuerte musculatura, cabeza voluminosa con cráneo ancho, mandíbulas grandes, cuello ancho, pelo corto, perímetro torácico de entre 60 y 80 centímetros, peso superior a 20 kilogramos y una altura a la cruz de entre 50 y 70 centímetros.
Además, en su artículo 13.2, apartado d), la ley cataloga como una infracción administrativa muy grave tener a un perro potencialmente peligroso en lugares públicos sin bozal o no sujeto con cadena. Así que en estos casos, no hay duda: tienes que ponerle el bozal a tu perro cuando vayas con él por la calle, la playa, el parque o cualquier otro espacio público. Además de eso, tendrás que llevarlo atado con la cadena y correa puesta, nada de dejarlo suelto.
Asimismo, la Disposición adicional primera especifica las características del bozal, que ha de estar homologado y ser adecuado para la raza del perro en cuestión. Por lo que respecta a la cadena o correa, deberá medir menos de 2 metros de longitud. Olvídate de las extensibles.
Tales medidas se repiten y consolidan en el Real Decreto 287/2002, de 22 de marzo, por el que se desarrolla la Ley 50/1999, de 23 de diciembre, sobre el Régimen Jurídico de la Tenencia de Animales Potencialmente Peligrosos.
Transporte público
Sea de la raza que sea tu perro, deberás llevarlo con bozal de forma general cuando viaje en transporte público, a menos que vaya en trasportín, que no será necesario. Ten en cuenta que, tanto en este caso como en el anterior, hay que estar al tanto de la normativa de cada comunidad autónoma y municipio, puesto que sus competencias les permiten ampliar o endurecer estas medidas. La única excepción son los perros guía y perros de asistencia que pueden subir en todo caso sin problema al transporte público.
Por lo que respecta al metro, los perros pueden viajar en él en ciudades como Madrid y Barcelona. En ambos casos es obligatorio que lleven puesto el bozal y verás que hay establecidas una serie de horas en las que los perros no pueden acceder a las instalaciones, normalmente, las horas punta de primera hora de la mañana y de la tarde. Consulta la red de Metro madrileña y la web del ayuntamiento de Barcelona sobre los perros y el transporte público de la ciudad.
En el Metro de Bilbao, el perro puede ir con correa y en brazos de su dueño o en un trasportín sin necesidad de bozal, pero no podrá tocar el suelo ni ocupar asiento alguno. Los perros potencialmente peligrosos tienen prohibido el acceso a las instalaciones.
En los trenes de cercanías, generalmente, puedes viajar con tu perro y siempre ha de llevar bozal e ir sujeto de correa no extensible, sin necesidad de trasportín. Los trenes de larga y media distancia sí exigen el uso de trasportín y que los animales no excedan de diez kilogramos de peso. Por lo que respecta al autobús, normalmente solo se permite el acceso a los perros que caben en un trasportín. De todas formas, consulta la normativa del lugar en el que vives o al que viajes para asegurarte de las normas a cumplir, así como la de la empresa de transportes.
Cuándo no debes usar el bozal
Si estás pensando en ponerle un bozal a tu perro porque por la calle va comiendo todo lo que se encuentra por el suelo, no para de ladrar o mordisquea todo a su paso, debes saber que esa no es la solución. A menos que se trate de alguna de las situaciones indicadas anteriormente, en las que es necesario y obligatorio su uso, evita utilizar el bozal. De hecho, solo deberías recurrir a él si en la consulta veterinaria o en la peluquería canina se pone agresivo, pero se trata de ocasiones muy puntuales y esporádicas.
Lo que deberás hacer es solucionar ese problema en concreto de tu perro por medio de educación y entrenamiento. Si no eres capaz, recurre a los servicios de un profesional o un adiestrador de perros. Recuerda que, en la mayoría de los casos, el uso del bozal está contraindicado.
