El coste «oculto» del aguacate que deberíamos tener en cuenta

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Cuando hablamos de la producción de alimentos allá donde no son originarios, muchas veces no nos damos cuenta del coste ambiental que eso supone, tanto por las condiciones del clima como por la contaminación que provoca su transporte. Incluso cuando sí son propios de un país, si la demanda es desorbitada y la industria actúa sin control, el medioambiente también corre peligro.

Buen ejemplo de ello es el coste oculto del aguacate, el cual nos sirve para comprender por qué es tan importante propiciar la economía de proximidad y los productos de kilómetro cero para cuidar nuestro planeta y luchar contra el cambio climático. Estos son algunos de los factores que debemos tener en cuenta.

Aguacates en América

aguacates
Cesto con aguacates/Foto: Unpslash

Cuando hablamos de los productores de aguacates primero es necesario poner el foco en América. Los países latinoamericanos han tenido en esta fruta uno de los principales alimentos de su dieta desde hace milenios. Es lógico si tenemos en cuenta que es una fruta originaria de la región mesoamericana, que incluye México y Guatemala, y crece con facilidad en lugares con climas tropicales.

México es el mayor productor del planeta, aunque su competencia no ha dejado de aumentar los últimos años, a medida que se ha incrementado la demanda de aguacates. Solo en el año 2016, ese país produjo la cantidad que se producía en 1997 a nivel global. Así, los otros países que le hacen la competencia a día de hoy son Colombia, Perú, Indonesia, República Dominicana, Kenia, Brasil, Haití y Chile.

Procedencia de los aguacates

Aguacates y mandarinas
Aguacates y mandarinas/Foto: Unsplash

Aunque la mayoría de aguacates se venden en el continente americano, siendo uno de sus principales destinatarios Estados Unidos, en Europa su consumo se ha multiplicado de tal modo que se han triplicado sus importaciones. La mayoría del aguacate que tomamos en el continente europeo proviene de países como Perú, Chile, Sudáfrica y México. El coste ambiental del desplazamiento de estos productos a distintas partes del mundo es elevado.

Sin embargo, también se producen aguacates en Europa, y su huella ecológica es enorme. Al fin y al cabo, crecen en un clima que no le es propio. Sin embargo, España es el principal productor de esta fruta en el continente europeo, y también está empezando a producirse en otros países del Mediterráneo, como Grecia e Italia.

Deforestación

Una de las principales consecuencias de esta demanda y consumo de aguacates en tantos lugares del mundo es la deforestación. Tal y como publicaron periódicos internacionales como The Guardian , la situación del aumento de precios relacionada con la demanda de aguacates provocó la deforestación ilegal de territorios de México como Michoacán, e incluso han llegado a compararse con los denominados diamantes de sangre de África.

Sequía y producción de aguacates

aguacate
Aguacate/Foto: Unsplash

Otro de los problemas entre la producción de aguacates y el medio ambiente es la sequía. Hay que considerar que la huella hídrica de un cultivo como este puede ser elevada. Aunque los aguacates se adaptan bien a crecer en distintos tipos de suelos, cuando se plantan en lugares con climas secos o más cálidos requieren mayor cantidad de agua.

En sitios como las costas del mediterráneo, esto supone un auténtico problema que agrava la sequía. Y es que el aguacate es originario de regiones húmedas con climas tropicales en las que apenas es necesario regar.

De tal modo, si compras aguacates producidos en España, no tendrá un coste ecológico tan alto como los que vienen de fuera porque el transporte no contaminará. Sin embargo, sí lo tendrá respecto al agua y a la desertización. Cultivar de manera sostenible frutas tropicales en nuestro país resulta complicado, y en las zonas del sur con clima propicio para ello, su producción afecta a la escasez y al desplazamiento de los cultivos de regadío que sí son propios de nuestro país.

Cuando esto sucede en algunas regiones de países como Chile, como Petorca, los productores suelen instalar pozos y tuberías ilegales en las plantaciones. De esa forma desvían el agua de los ríos para sus cultivos. Así agravan la sequía regional, los pozos se secan y la población termina sufriendo la escasez de agua. Como resultado, es frecuente que acaben usando agua contaminada al carecer de otra disponible, con el problema de salud que ello supone.

Comercio justo

Para no contribuir a este tipo de problemas que dañan nuestro medio ambiente, cuando quieras comer aguacates, hazlo con moderación y busca aquellos que se venden en tiendas de comercio justo o que cuenten con etiquetas de comercio justo.

Recuerda que, al ritmo que se están produciendo aguacates en el mundo, las extensiones de territorio dedicadas a su cultivo no resultan sostenibles. Además de afectar a la desertización, deforestación y sequía, también lo hace por extensión a los animales que ven cómo se transforma su hábitat y, en ocasiones, desaparece por completo.



Silvia Pato

Escritora y redactora gallega. Autora de los libros Las nueve piedras y El Libro del Único Camino, así como de numerosos relatos en revistas de género, colabora asiduamente con sus artículos y columnas de opinión en diversos medios digitales. Con la pasión y la curiosidad que la caracterizan, descubre el mundo a través de su historia, su cultura, sus lugares y sus gentes para difundir y compartir todo tipo de sensaciones y hallazgos. Porque todo viaje comienza con un solo paso.

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