Todos nos preocupamos por nuestras mascotas y queremos que estén lo más sanas, contentas y limpias posible. Sin embargo, por lo que se refiere a la higiene, hemos de ser cuidadosos puesto que no todas requieren los mismos cuidados ni presentan las mismas necesidades.
Hace no demasiado tiempo os contamos cada cuánto tiempo resulta recomendable bañar a nuestro perro, pero en esta ocasión le toca el turno a los mininos. Seguro que te has preguntado alguna vez si es bueno bañar a los gatos. Hoy resolvemos tus dudas.
¿Puedo bañar a mi gato?

Como norma general, no es bueno bañar al gato. Al contrario que otros animales, los felinos resultan ser muy aseados, siempre preocupados por atender su higiene y limpiarse a la mínima de cambio, por lo que se ensucian en raras ocasiones. Así que si tu gato está sano y no se ha manchado ni en barros ni en charcas ni nada semejante, no requiere un baño.
Ten en cuenta que los gatos dedican en torno a un par de horas diarias a acicalarse con sus dientes y su lengua, instrumentos fabulosos para ello, y que para él resultan fundamentales las feromonas, esas señales químicas que se captan por el olfato y que si lo bañas es probable que desaparezcan.
Para ayudarle en su aseo diario, lo mejor es que cepilles a tu gato una vez a la semana, para el caso de que su pelaje sea corto. Los mininos de pelo largo, tal y como sucede con los perros, requieren un cepillado diario. De nuevo, has de tener en cuenta que cada especie de gato requiere un cepillo específico en función de sus características: tamaño, edad y longitud del pelaje. Podrás elegir entre el cepillo masajeador, el peine de púas, cepillo para pelo muerto y carda.
Cuándo bañar al gato




Dicho lo anterior, hay ocasiones en la vida de tu gato en que tendrás que bañarlo. Será inevitable que lo hagas cuando esté realmente sucio por barro, tierra, grasa u orín, por ejemplo, o si lo has recogido de la calle o si tiene piojos o pulgas y es necesario desparasitarlo. En función del nivel de suciedad podrás elegir entre bañarlo en seco o en el barreño de agua de la forma tradicional.
También hay algunas especies concretas que necesitan que se las bañe cada cierto tiempo, como pueden ser los gatos con pelo excesivamente largo o los que no tienen pelo, como los sphynx, puesto que su piel termina acumulando mucho aceite. En estos casos la frecuencia puede ser semanal o mensual, dependiendo de la raza y de la suciedad del gato en sí.
Cómo bañar al gato




Bañar al gato requiere grandes dosis de paciencia y cariño. Y es que, salvo contadas excepciones, a los mininos no les gusta nada el momento del baño. Puedes utilizar un barreño o una tina de su tamaño o incluso el lavabo o la bañera.
En todo caso, recuerda colocar una alfombrilla antideslizante o una toalla gruesa debajo para que no resbale con sus patitas y evitar que se haga daño. No llenes el fondo de agua más de cinco centímetros para que no se asuste y deja correr el agua del grifo o de la ducha un poco antes para que se acostumbre al ruido, no los abras de pronto cuando lo coloques allí o se asustará. Luego solo deberás usar un champú específico para felinos, adecuados para el PH de su piel, y agua templada. Si tienes dudas a la hora de comprarlo, consulta al veterinario cuál es el champú más adecuado para tu gato, pues según el pelo y la raza será más apropiado uno que otro.
Tendrás que evitar en todo momento que el agua le caiga en los ojos y en las orejas, y empieza de abajo a arriba enjabonando con una esponja suave. Después, aclara y seca bien con varias toallas, con delicadeza y mimo. Y para rematar puedes darle un buen cepillado.
Champú en seco




Si la suciedad no es muy profunda y prefieres evitar el baño con agua, puedes usar un champú en seco. También resulta muy recomendable en los casos en los que el gato está enfermo, tiene una edad avanzada o tiene una cicatriz tras una cirugía.
El champú en seco lo encontrarás en varios formatos: espuma, rociadores y polvos. Los rociadores y aerosoles suelen asustarlos y no les gustan nada, mientras que los polvos blanquean su pelaje. Por ello nosotros preferimos los que se venden en formato espuma, que solo tendrás que aplicar a contrapelo y luego pasar una toalla para eliminarla y secarlo.
Ya sea que lo bañes con agua o con un champú en seco, como premio por portarse bien, sé generoso y dale una de esas de sus comidas favoritas, como atún. Se lo merece.