Llegar a casa, abrir la puerta y que te reciba esa sensación de aroma fresco y agradable de encontrarte al fin en tu hogar es un auténtico placer. Pero no siempre conseguimos ese ambiente tan agradable, sobre todo, en verano, cuando las temperaturas suben y el calor aprieta.
Así que averiguamos si es posible refrescar tu hogar con aromas y te contamos el mejor modo de conseguir que tu casa huela de maravilla estos días, además de aportar una sensación de frescor y bienestar a tu entorno.
Aceites esenciales
Uno de los mejores modos de refrescar nuestra casa con aromas es utilizar aceites esenciales. Estos poseen unas propiedades que contribuyen a relajarnos, dormir mejor o aumentar la concentración. Todo depende de qué aceite elijamos, pues cada aroma aporta unas cualidades especiales. Los hay incluso que consiguen dotar a nuestra casa de esa sensación de frescor que tanto gusto nos da en verano.
Para usar los aceites esenciales lo más efectivo es disponer de un humidificador de aromas eléctrico, que incluso puedes programar o encender por determinado límite de tiempo. Los encontrarás en el mercado a partir de 10€ en distintos materiales, desde el plástico y la madera hasta el cobre, así como en diferentes tamaños en función de su capacidad de agua, y la posibilidad de que hagan o no juegos de luces. Recuerda que el humidificador extiende el aroma a través del vapor de agua por toda la estancia, contribuyendo a mejorar la calidad del aire de tu hogar.
Una manera similar de conseguir el mismo efecto si no tienes este tipo de aparatos, es calentar una olla de agua a fuego medio con unas gotas de aceite esencial. Cuando rompa a hervir, retira del fuego y coloca en el lugar de la estancia que desees. Si la pones en medio del pasillo con el resto de las puertas de casa abiertas, verás cómo se distribuye el aroma por todas las estancias de manera rápida. Algo muy efectivo y rápido cuando quieras purificar el ambiente. Y si estás sin aceites esenciales puedes añadir cáscaras de cítricos como naranjas y limones.
Aceites esenciales refrescantes
Entre los aromas más refrescantes para la casa estos meses de verano se encuentra la lavanda y la menta. El aceite esencial de menta resulta muy efectivo en los días cálidos, puesto que provoca un efecto estimulante que da energía y aporta sensación de frescor al ambiente del hogar.
Otra opción es el aceite esencial de limón que, además de refrescar tu casa, contribuirá a que el aire se mantenga más limpio, ya que posee propiedades antimicrobianas. Y tampoco podemos olvidar el eucalipto, que posee asimismo propiedades purificadoras que ayudan a que respiremos mejor.
Ambientadores florales y herbales
Si no te animas a contar con un difusor de aceites esenciales, puedes aromatizar tu hogar para sentir esa sensación de que el ambiente está más fresco con ambientadores eléctricos, mikados que difunden el olor a través de varillas de madera y espráis de aromas. Sea cual sea el método que prefieras, lo más importante es que elijas el olor adecuado para que el sentido del olfato perciba esas señales de frescor tan agradables en nuestra casa en verano.
En estos casos, resulta recomendable decantarse por los aromas florales y de hierbas silvestres. El jazmín y la lavanda, esta última con efectos relajantes, suelen ser una apuesta segura para la entrada de casa y los dormitorios. Los cítricos van bien en cualquier lugar, especialmente en los cuartos de baño y en la cocina. Y otros como la menta, el eucalipto y la hierbabuena verás que son adecuados para cualquier estancia.
En el supuesto de que vayas a colocar varios ambientadores en casa, ten cuidado de no mezclar los aromas y cargar el aire de olores diversos. Si esto sucediera, conseguirás el efecto contrario al pretendido, ya que notarás el ambiente más cargado e incrementarás la sensación de calor en tu hogar.
Mantener el aire fresco y limpio
Para que estos métodos sean efectivos para aromatizar y dar esa sensación de frescor en tu casa, resulta primordial que mantengas el aire fresco y limpio. Esto implica hacer la limpieza, abrir las ventanas para airear en las horas de menos calor y pasar la aspiradora por tejidos como sofás, alfombras y cojines para que no acumulen suciedad. Asimismo, no olvides limpiar los filtros de los purificadores de aire y de los aparatos de aire acondicionado.
Recuerda que los ambientadores deben usarse sobre una estancia ya aseada, no para enmascarar los malos olores ya existentes, pues lo único que conseguirás en ese caso es cargar más el ambiente y hacer crecer esa sensación de agobio y calor que resulta tan asfixiante durante el verano.